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Mario Onaindía: "El problema del País Vasco no es político, sino cultural"

El político presenta en Madrid su primera experiencia teatral

No es novedoso que Mario Onaindía, uno de los hombres claves de Euskadiko Ezkerra y de la política contemporánea del País Vasco, sea noticia por su actividad literaria. En esta ocasión, la novedad la marca el hecho de que por primera vez un texto suyo, la novela Grande Place, sube a los escenarios teatrales. El montaje, llevado a cabo por el grupo vasco Geroa, se presenta hoy al público madrileño en el teatro del Círculo de Bellas Artes de Madrid. Para Onaindía, "el problema en el País Vasco no es tanto político, sino cultural, y el teatro debe cumplir una función de purga en la sociedad".

Para Onaindía, la fidelidad a la novela, cuya dramaturgia ha sido realizada por Paco Obregón, director del grupo, es algo secundario: "Se trata de una reflexión cultural más amplia, en la que entra en juego un trabajo en equipo. El teatro tiene una ventaja sobre la literatura o el cine, que son actividades individuales, y es el hecho de que la comunicación está presente desde el primer día de trabajo, entre el grupo, hasta la última representación, en la que no desaparece la comunicación con el público".Grande Place, publicada en vascuence en 1982 y traducida al castellano en 1984, de la que su autor considera que fue una novela para leer una tarde en la que uno estuviera intimista y depre, habla no sólo de una historia de amor entre un extradido que acaba de salir de la cárcel y su mujer, a la que encuentra en la Grande Place de Bruselas: "Es una reflexión sobre una generación, la de hombres y mujeres como yo, que andamos entre los 30 y los 40 años y hemos compartido un montón de peripecias comunes, y eso es algo a compartir por todos, no sólo por las gentes de Euskadi, en donde tenemos los armarios llenos de cadáveres y fantasmas, y el teatro debe tener esa función de purgar a la sociedad de todos esos fantasmas. No parece la peor vía de intentar conjurarlos ponerlos sobre un escenario, para constatar que son criaturas hechas por nosotros, y que si nos lo proponemos podemos eliminarlos".

Onaindía piensa que el problema de fondo en el País Vasco no es político, sino cultural: "Las instituciones democráticas están ahí hace tiempo, y si no se ha resuelto el problema es porque la crisis es cultural, un problema de estéticas, hábitos, comportamientos".

Mario Onaindía vive su continuo bucear en la literatura -todos los años escribe un libro y diversos relatos en los meses de julio y agosto- como un auténtico psicodrama: "Es mucho más barato que el psiquiatra, y efectivamente el escribir cumple un papel de exorcismo, además de que intento plantear problemas más generales que los que llevas a la política; también está mi interés por hacer del euskera una lengua literaria". Los temas que trata Onaindía en su novela son realidades conocidas de cerca por él, como a la hora de hablar de las cárceles, donde pasó ocho años tras ser condenado a muerte en el proceso de Burgos, de 1970.

Ir al fondo

"Hago novelas", comenta Onaindía, "porque dentro del lenguaje político que tengo que utilizar profesionalmente se explica un 10% de lo que ocurre en la sociedad, y que a través del análisis político no se capta. Es una apuesta: uno tiene que tomar decisiones, saber quiénes son los suyos. Siempre se tiende a hacer una historia de buenos y malos que se mueva en la superficie, y la literatura permite ver una historia enfocada desde diversos ángulos e ir más al fondo de las cosas".Onaindía afirma que sólo puede adentrarse en la literatura dramática de la mano del grupo Geroa, ya que la elaboración del texto y del montaje es algo que se realiza entre todos: "Se produce una dialéctica, que es lo interesante. No haré teatro si no es como escribiente del grupo Geroa". Recientemente ha terminado una comedia elaborada en colaboración dentro del grupo de teatro Geroa.

La obra, estrenada en enero en Durango, ciudad vizcaína donde está instalado el grupo Gerca, ha sido adaptada y dirigida por Paco Obregón y cuenta con José Ibarrola como responsable del diseño, el vestuario y la escenografia.

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