Qué cruz de banderilleros

C. M. PERELÉTEGUI, Quiebros, invitaciones, "usted primero", carreras, brincos, contoneos, pasadas en falso, alguna vez un buen par entre 19 entradas a clavar... La tarde de los banderilleros. Pesadita ella, mire lo que le digo. Bueno, para mí. Porque la gente festejó, optimista, todo cuanto los toreros hicieron con los palos.

La corrida, muy bien prsentada, tuvo más flojera de la deseable, cumplió desigualmente en varas, se dolió en banderillas pero tuvo movilidad e interés astifino. El sexto fue un inválido.

Los toreros estuvieron ahí, sencillamente. Esplá, bajo de ánimo o de forma, mató de un bajonazo a su primero y, después de tina faena aseada, mató al cuarto de corta atravesada. Morenito de Maracay, cortó una oreja en los dos, lo intentó todo, toreó a medias, recurrió a rodillazos y desplantes y mató a su primero de pinchazo y estocada, y a su segundo de estocada "a la última". Víctor Mendes aliñó a su primero, al que no quiso ni ver y anduvo cumplidor con el sexto.