Aquino, empeñada en estabilizar filipinas
Corazón Aquino afirmó ayer que "con toda seguridad" cambiará a algunos de los 26 ministros que el miércoles dimitieron en bloque a raíz del golpe de Estado del 28 de agosto. La presidenta de Filipinas dijo que cancelaba su viaje al Vaticano para acabar definitivamente con la situación de inestabilidad que atraviesa el país.
Después de reunirse con el Consejo de Estado, órgano encargado de examinar las situaciones de emergencia, Aquino improvisó una intervención televisiva y se dirigió a la nación para pedirle "vigilancia" contra las intentonas golpistas que amenazan la democracia y la estabilidad del archipiélago."Quiero aseguraros que el Gobierno tiene controlada la situación, pero es necesario que todos os mantengáis siempre vigilantes", subrayó la mujer más popular de Filipinas.
El golpe de agosto, el más grave sufrido desde que Aquino está al frente de la nación, hace ahora 18 meses, y que finalizó con 53 muertos y cerca de 300 heridos, ha evidenciado la necesidad de una mayor unidad en los altos mandos filipinos para mejor controlar a los militares.
Los diarios de Manila han recogido informes que apuntan a que el principal instigador del fallido golpe, coronel Gregorio Gringo Honasan, prepara una nueva intentona.
"Una consecuencia importante de la reunión del Consejo de Estado es que el componente civil del Gobierno deberá apoyar más al Ejército para que no se sienta aislado en la lucha contra los insurgentes", informó el asesor del Gabinete Emanuel Soriano.
A primeras horas de ayer, la presidenta se reunió con el embajador de Roma en Manila, Mario Crema, y le indicó que las circunstancias que atraviesa el país la obligaban a suspender su visita a Italia y al Vaticano para asistir a la canonización del primer santo filipino, Lorenzo Ruiz, prevista para el 18 de octubre.
El año pasado, Cory realizó tres viajes al exterior: a EE UU, a Japón y a países miembros de la ASEAN (Asociación de Naciones del Sureste Asiático). Las tres ocasiones estuvieron marcadas por insistentes rumores de golpe de Estado.
Los observadores políticos estiman que llegó la hora de la verdad para la presidenta. Cory tendrá que aprovechar la dimisión de su Gabinete para realizar una reorganización profunda capaz de neutralizar posibles aventuras golpistas y liberarse de algunos tecnócratas arrogantes que le restan el apoyo popular tan imprescindible para acometer la democratización y modernización del país. No bastará con apartar del Ejecutivo a su consejero Joker Arroyo, cuyas explosivas declaraciones ante el Congreso motivaron la crisis.
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