UGT no acepta el pacto si el Gobierno no eleva los objetivos económicos

El secretario general de UGT, Nicolás Redondo, afirmó ayer que la concertación social no será posible con las previsiones del ministro de Economía: 3% de inflación y 4% de crecimiento salarial. El dirigente sindical aseguró que en el mismo partido del Gobierno había economistas que no creían posible conseguir el objetivo final del 3%. Redondo dijo que un Gabinete socialista estaba obligado a ejercer una política económica más justa y a elaborar unos presupuestos que no profundicen los desequilibrios sociales.

El veterano dirigente sindical se mostró a favor de la concertación, basada en el esquema de acuerdos concretos, pero matizó que con las previsiones del Gobierno sobre inflación y salarios era prácticamente imposible lograrlo. Redondo, que conversó durante casi cuatro horas en tono distendido con periodistas laborales, se lamentó por los ataques que reciben los sindicatos, y aseguró que era consciente de que se hostigaba a UGT desde el partido y desde el Gobierno.Aunque mostró su satisfacción por la buena marcha de la economía, advirtió que en lo social se había retrocedido, y expresó sus dudas sobre si "se va o no por el buen camino". Las relaciones con el partido y el Gobierno son, a juicio de Nicolás Redondo, difíciles. Y reconoció que dentro de UGT había discrepancias, pero no importantes.

Desveló que había cenado dos veces con el presidente González: a finales de julio y el pasado día 4. En estas reuniones -en las que compartió mantel con la esposa del jefe del Ejecutivo-, le explicó a Felipe González que no era posible mantener una política de concertación con unas previsiones como las que había anunciado Solchaga días antes, y que las negociaciones había que mantenerlas bipartitas o tripartitas, según los temas a discutir.

Redondo dijo que no tenía demasiado interés en ir al congreso del PSOE, que ésta era una posibilidad que dependía de que saliera elegido como delegado y de que él aceptara la elección. De todas formas, aclaró que, si era invitado -como ya es tradicional- en su calidad de secretario general de la central socialista, iría al congreso.

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