Los bomberos critican a la dirección tras el rescate de los cinco compañeros que quedaban sepultados

Los bomberos madrileños, una vez terminado el rescate en Almacenes Arias de sus 10 compañeros sepultados, expresaron diversas críticas a la dirección del cuerpo y anunciaron que estudiarán la forma en que se acometió la extinción del incendio y las tareas de desescombro, que en total han durado 102 horas. "Diez muertos es un precio muy caro, y el hecho merece un estudio exhaustivo. Si hubo fallos se exigirán todas las responsabilidades", dijo un portavoz. En la tarde de ayer fueron enterrados los cinco bomberos rescatados por la mañana, una vez que les fue impuesta la medalla de oro de la ciudad.

"Nuestras reivindicaciones sobre la falta de medios humanos y técnicos se han visto afianzadas por lo ocurrido. En comparación con la Comunidad Europea, el servicio no tiene los medios requeridos", adelantaba, poco después de producirse el rescate del último cuerpo, Marcelino Sierra, portavoz de los bomberos."No sé si con otros medios técnicos hubiéramos tardado menos horas. Ése es uno de los ternas que vamos a estudiar, así como los problemas que han surgido y han visto los bomberos que hemos estado trabajando en Almacenes Arias. Nuestro objetivo entonces era rescatar a los compañeros sepultados. Una vez conseguido, nuestra actitud cambia totalmente, y vamos a ver cómo evitamos que una desgracia similar vuelva a ocurrir", dijo este portavoz.

Ayer, nada más ser localizado el último cadáver, los bomberos que se encontraban voluntariamente en el lugar del siniestro decidieron abandonar la zona, al tiempo que mostraban su discrepancia con algunas de las declaraciones y decisiones tomadas por la dirección. Algunos hablaron incluso de inexperiencia de los maridos.

Sierra salió al paso de la afirmación hecha por Luis Larroque en el sentido de que se había contado con suficientes medios humanos para atender a las tareas de rescate. "Queremos desmentir este extremo, pues todos los que han trabajado en el tema lo han hecho de una forma voluntaria. Otra cosa es que hayamos respetado una organización, pero hay que dejar claro que el servicio se ha cubierto con personal que ha trabajado en Almacenes Arias durante sus horas de libranza".

Los bomberos, que normalmente trabajan 24 horas y libran 48, se repartieron durante su período de libranza en tres turnos. El sistema de trabajo consistió en seis horas en el interior de los almacenes y turnos de descanso de 12 o 18 horas, alternativas.

"Gracias a este sistema se ha dado la impresión de que los efectivos eran suficientes y los responsables han podido incluso decir públicamente que sobraba personal", afirmaba ayer un bombero en el lugar de los hechos.

Final del rescate

El rescate de los cadáveres ha durado cuatro días y medio. Según informa Rafael Ruiz, entre las 10.10 y las 10.15 de ayer se extrajeron los cuerpos de los bomberos Ángel González Soto, de 3 años, casado; Manuel Molina Ríos, de 36, casado, y Juan José Gómez Mago, de 28 y soltero. Según declararon los mismos bomberos que trabajaban en el rescate, "estaban muy juntos, incluso abrazados".

A las 11.53, 14 compañeros sacaban de entre las ruinas de los almacenes el cuerpo de Julio Onrubia Varona, de 37 años y casado. El último cadáver, el del cabo Francisco Madueño Suárez, de 34 años, casado, fue sacado a las 14.30.

La capilla ardiente fue instalada en el patio de Cristales del Ayuntamiento, donde, a media tarde, el alcalde, Juan Barranco, impuso a los cinco funcionarios la medalla de oro de la ciudad y decretó tres días de luto oficial a partir de hoy.

Después, los féretros salieron de la Casa de la Villa para ser enterrados. Julio Onrubia fue trasladado a Sepúlveda, y Francisco Madueño, a San Sebastián de los Reyes. Los otros tres recibieron sepultura en el cementerio madrileño de la Almudena.

Los bomberos que no pudieron acompañar a las comitivas por estar de servicio acordaron formar en silencio durante cinco minutos con sus vehículos frente a cada uno de los nueve parques existentes en Madrid. Asimismo se solicitó de la dirección que se colocaran crespones negros en los coches.

Los dos edificios siniestrados han sido declarados en ruinas por el Ayuntamiento de Madrid. Luis Larroque aclaró que continúan los peligros de derrumbamiento, por lo cual la zona permanecerá acordonada por la Policía Municipal. Los edificios serán demolidos una vez que se concluya el informe sobre la actuación de los bomberos.