Los convocantes del congreso de teología, "perplejos" por las críticas del episcopado
La Asociación de Teólogos Juan XXIII -organizadora del VII Congreso de Teología que se celebra en Madrid- contestará la carta enviada por el obispo secretario de la Conferencia Episcopal, Fernando Sebastián, a las congregaciones religiosas en la que se recomendaba implícitamente la no asistencia a las citadas sesiones congresuales. Los teólogos expresaron ayer su "desconcierto y perplejidad" por la versión oficial del episcopado. "Queremos aclarar este malentendido, y para ello nos dirigiremos a obispos y a superiores religiosos", manifestó Casiano Floristán, presidente de la Asociación Juan XXIII.
La tensión entre la jerarquía eclesiástica y los teólogos provocó que durante este año -y tras el polémico congreso de 1986- se celebraran dos sesiones entre los teólogos convocantes y tres obispos de la conferencia episcopal, La última de estas reuniones tuvo lugar en junio. Las apreciaciones que ambas partes hacen de las sesiones es bastante distinta. Mientras los obispos, tal como se desprende de la carta enviada por Fernando Sebastián a los religiosos en la que se advertía sobre el carácter del congreso, consideraba que no existen resultados operativos, los miembros de la asociación de carácter civil Juan XXIII opinan lo contrario.Casiano Floristán declaró ayer que habían tenido conocimiento de la circular del obispo secretario de la Conferencia Episcopal por EL PAÍS de ayer y por una fotocopia que algunos miembros de la asociación tenían en su poder. "Hay una divergencia excesiva entre la entrevista con los obispos y la versión dada a los religiosos por Fernando Sebastián", añadió.
Los teólogos se han negado a informar sobre sus reuniones con los obispos. Sin embargo, fuentes eclesiásticas manifestaron a este diario que los obispos pretendieron que los organizadores garantizaran que este congreso no iba a erosionar la unidad de la Iglesia y que lo que en él se dijera estuviera acorde con el magisterio, así como que en las sesiones no intervinieran personas "con problemas". En el último congreso se contó con la presencia del teólogo Hans Küng y del sacerdote y ministro de Nicaragüa Ernesto Cardenal. Para éste se habían cursado invitaciones a una veintena de obispos; sólo uno, Javier Osés (Huesca) participará en las mesas redondas.
Tras el actual congreso, está previsto que se reanuden las conversaciones con la Conferencia Episcopal. "En esta reunión para evaluar el congreso esperamos dialogar sobre el conflicto originado por la circular", manifestó Floristán. "En el fondo", añadió, "existe una concepción de Iglesia, una comprensión de la autoridad y una valoración de la autonomía de los teólogos distinta".
Experiencias personales
El congreso continuó ayer sus sesiones con plena normalidad. Aunque de las 1.200 personas inscritas, sólo asistieron el primer día a las sesiones unas 800, los organizadores esperan que esta cifra se incrementará hoy y mañana. En la sesión de ayer, los oradores que intervinieron sobre el lema del congreso, Los laicos en la Iglesia y en la sociedad, explicaron sus distintas experiencias personales como creyentes.
Juan María Bandrés, diputado de Euskadiko Ezkerra, dijo que en su actividad política actuaba como ciudadano, sin apelar a su conciencia religiosa. Por su parte, Enrique de Castro, sacerdote del barrio madrileño de Entrevías, expuso su experiencia con jóvenes adictos a la heroína y dijo que la respuesta de la Iglesia y de otros estamentos como la Administración es en este terreno escaritativa y asistencial sin ir a las causas reales del problema. También intervino el sindicalista Venancio Cermeño.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.