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La federación de municipios reconstruirá uno de los escasos, edificios del siglo XVI que se conservan en Madrid

La Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) ha encargado la restauración de una antigua casona, situada en el número 3 de la calle de Segovia, uno de los escasísimos ejemplares de arquitectura palaciega del siglo XVI que se conservan en Madrid. A pesar de su fuerte valor histórico, el edificio, propiedad durante varias generaciones de una familia nobiliaria, se encontraba abandonado desde hace varias décadas, hasta el punto que todo el interior estaba apuntalado por orden de la Gerencia Municipal de Urbanismo.

En los últimos años se utilizó como pensión, y su visión era desoladora. Los huéspedes eran fundamentalmente vagabundos que dormían en camas hacinadas en habitaciones desconchadas. Para pasar a una de las habitaciones había que hacer equilibrios por un tablón, ya que parte del corredor se había derrumbado y los huéspedes corrían peligro de caer al piso inferior, sobre los escombros. Todo el edificio, construido con materiales de no demasiada calidad, estaba profundamente deteriorado. Se encontraba incluido en el Plan Especial Villa de Madrid, con la calificación de protección integral.La compra de la casa para sede de la FEMP ha supuesto que se acometan las obras para su restauración. El proyecto ha sido encargado a los arquitectos Francisco Pol y José Luis Martín. La memoria del proyecto dice textualmente: "Posee (el edificio) un elevado interés histórico en el contexto madrileño, al constituir uno de los escasos testimonios de las casonas nobiliarias del XVI que aún se conservan en nuestra ciudad. Este interés se acrecienta por el mantenimiento prácticamente inalterado del edificio, c aso muy poco frecuente, ya que la mayoría de las casas palaciegas de esa época ha registrado sucesivas reformas interiores y exteriores".

Casa-patio renacentista

La memoria añade que desde el punto de vista arquitectónico su valor es menor: "Es una versión vulgarizada y tosca del tipo de casa-patio renacentista, y carece de elementos arquitectónicos o decorativos de interés y pobres materiales en su construcción".

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El proyecto de restauración se hará de forma que el edificio recupere su aspecto original, tanto en las fachadas como en la estructura de muros de carga de grueso calibre, la escalera, el patio interior y las habitaciones. Las obras en marcha actualmente son de consolidación, por un importe de 80 millones, y estarán terminadas en noviembre. El proyecto incluye también la reconstrucción de un torreón, hoy desaparecido, que formaba parte del diseño original. Las obras totales costarán unos 150 millones y estarán terminadas a mediados de 1988.

Con motivo de las obras de restauración, el Centro de Estudios sobre el Patrimonio Histórico Ambrosio Morales ha hecho pública una nota en la que denuncia que "bajo el pretexto de rehabilitarlo se ha llevado a cabo la práctica demolición del edificio". La citada asociación denuncia el derribo de la fachada y la desaparición del patio interior.

Fuentes del equipo de arquitectos encargado del proyecto han manifestado no entender la postura del centro Ambrosio Morales: "El edificio estaba prácticamente en ruina en muchos aspectos. La fachada desaparecida que mencionan se derrumbó hace apenas 10 días por sí sola, y lo que quiere el proyecto precisamente es restaurar la casa en su estado original. Parece que hablan de oídas. No han denunciado el estado del edificio todos los años que ha estado abandonado y lo hacen ahora que están las obras en marcha. E insistimos en que no se va a respetar sólo la fachada, sino todo el conjunto. En Madrid se han hecho multitud de restauraciones falsas, a base de fachada y con cambios totales en el interior, que ese centro no se ha molestado en denunciar'.

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