Industria y Hacienda estudian restablecer las viejas bonificaciones fiscales de las emisiones eléctricas
El Gobierno está estudiando el restablecimiento de las tradicionales bonificaciones a las emisiones eléctricas a fin de abaratar los costes de financiación de las empresas del sector, encarecidos por el alto coste del dinero en el mercado interior y el impacto de la crisis de FECSA. Simultáneamente, las empresas están preparando sus ampliaciones de capital anuales en la certeza de que en las próximas semanas se va a producir una mejora sustancial de sus posiciones en los mercados de valores como consecuencia de los acuerdos finales sobre el denominado Marco General y Estable para el sector.
La posibilidad de restablecer, de alguna manera, los tradicionales beneficios fiscales de las emisiones eléctricas ha sido analizada en varias ocasiones por altos representantes de los ministerios de Industria y Energía y de Economía y Hacienda en el curso de las últimas semanas. En Industria se tiene el convencimiento de que la concesión de bonificaciones impositivas a los bonos eléctricos atraería el tradicional flujo de ahorro e inversión privada con el que han contado las empresas eléctricas en el pasado y ayudaría a resolver muchos de los problemas financieros creados a principios de año, concretamente los derivados del síndrome FECSA.Simultáneamente, la subida del precio del dinero en los mercados interiores, que ha colocado el coste medio de los recursos ajenos de algunas empresas del sector en el 18% en algunos momentos, se vería parcialmente compensada con este nuevo canal de financiación, que se instrumentaría a unos precios competitivos con el mercado y a los que se sumarían las exenciones fiscales existentes.
Aunque el Ministerio de Economía y Hacienda se ha limitado, por el momento, a escuchar los argumentos presentados por Industria, fuentes solventes de este ministerio admiten la eventualidad de que se realice una primera prueba con la concesión de beneficios fiscales a una operación en estudio por FECSA para emitir 170.000 millones de pesetas en bonos.
Asegurar la banca
Esta emisión, que se negocia con la banca nacional, estaría inicialmente asegurada por las entidades nacionales con el compromiso de colocarlos entre sus clientes a lo largo de la vida de las emisiones. FECSA utilizaría este dinero para refinanciar una parte de sus obligaciones, emitidas a un coste (13 % de media) que actualmente supera el del mercado.Las últimos bonos y obligaciones eléctricos con beneficios fiscales se emitieron en el ejercicio de 1986. En ese año expiraba la autorización legal contenida en el viejo acuerdo de acción concertada, previo a la reforma fiscal de 1979. Bajo los términos de la emisión, los compradores de bonos u obligaciones eléctricas obtenían un 24% de desgravación en su declaración de la renta de las personas físicas, mientras que sólo estaban sometidos a una retención en origen del 1,2%.
Bajo la ley de sociedades anónimas, estos beneficios fiscales pueden ser automáticamente prorrogados, según interpretación de algunos expertos fiscales, si la empresa emisora ofrece preamortizar el papel ya emitido y colocar luego en el mercado nuevos activos por el mismo importe que el anterior y con el plazo que resta. Una de las alternativas que precisamente se encuentra bajo estudio es modificar exclusivamente el plazo de emisión, lógicamente aumentándolo.
Según los planes preliminares, las nuevas disposiciones legales podrían ser incluidas en el contexto del nuevo Marco General y Estable que el Ministerio de Industria y Energía negocia en estos momentos con el sector. La única duda que se presenta es la fecha de publicación del decreto que instrumentaría el nuevo marco, previsto inicialmente para el 1 de enero de 1987.
Algunas instancias oficiales pretenden, en este sentido, anticipar la Pecha del nuevo marco para que las sociedades eléctricas puedan realizar operaciones de este tipo dentro del ejercicio en curso. Otra posibilidad sería publicar las nuevas disposiciones mediante una resolución ministerial que restablezca con anterioridad al marco el viejo instrumento de financiación. Esto es, precisamente, lo que se encuentra en discusión entre los distintos ministerios afectados, si bien la posición de Hacienda es todavía imprecisa.
Al mismo tiempo, las empresas eléctricas están a la espera de que los valores en bolsa de sus títulos alcancen un nivel que posibilite la realización de las ampliaciones de capital tradicionales. Al nivel que han alcanzado muchos valores en las últimas jornadas es ya posible preparar estas emisiones de acciones nuevas con garantías de éxito, que contarían con la desgravación fiscal característica de toda ampliación de capital. Algunos medios sugieren la eventualidad de que se restablezca la vieja disposición, desaparecida en 1983, que equipara fiscalmente la compra de acciones viejas y nuevas.
Mientras, Industria y las eléctricas se encuentran a punto de llegar un acuerdo sobre la valoración del neto patrimonial del sector. La propuesta sectorial enviada al ministerio el pasado día 5 de agosto, y que hablaba de un neto de 3,4 billones (valores homógeneos) está siendo retocada por el sector, que entregará en breve su propuesta definitiva a Industria. Fuentes solventes anticipan un compromiso en los próximos días, tras las reuniones celebradas en la última semana entre ambas partes.
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