Ahined Najib Chabbi: "Los integristas tunecinos no son agentes de Irán"

El secretario general de la Asamblea Socialista Progresista (RSP) de Túnez, el abogado Ahmed Naib Chabbi, advierte que la violencia genera contraviolencia, y considera un error político que en el proceso contra 90 integristas del Movimiento de la Tendencia Islámica (MTI), cuyas sesiones comienzan el martes, se recurra a la pena de muerte, que concibe, desde una posición universal, no como un Castigo penal sino como "un crimen organizado por el Estado". Najib es al mismo tiempo el abogado que defenderá al principal encausado del proceso, el dirigente integrista Rachid Ganuchi, a quien exculpa de cualquier conexión con Irán y el movimiento shií

La RSP, pese a ser una organización legalizada, es una de las cinco formaciones de la oposición que sufre persecución política en Túnez. Con varios -años de cárcel y exilio a sus espaldas, Najib se -confiesa demócrata y promotor de una alternativa política, basada en el pluralismo, de orientación marxista, nacionalista y árabe.

Pregunta. ¿Cómo se presenta el proceso?

Respuesta. El proceso ha sido precedido de una importante campaña de la prensa institucional con un doble objetivo: por una parte, concienciar al ciudadano de que el MTI está integrado por agentes de Irán, o sea, una red jomeinista; y por otro, advertirle de que se trata de una banda preparada para cambiar de manera violen ta la actual forma de Gobierng. En cuanto a las acusaciones de projomeinista, yo sólo puedo decir que el principal acusado, Rachid Ganuchi, nos ha pedido a los abogados que establezcamos claramente su posición divergente con Irán. Posee pruebas que demuestran que no existe tal conexión. Ellas están reflejadas en su último libro, Artículos, editado en París, en el que critica la revolución iraní, separa claramente lo suní, su verdadera confesión, de lo shií, y se opone a la hegemonía del movimiento islámico de Irán sobre los demás. Esto se lo hemos trasladado al tribunal, al igual que el contenido de un comentario aparecido meses atrás en el Informe político del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, en el que se acusa, en letra impresa y paradójicamente, al MTI tunecino de seguir una vía democrática y estar en connivencia con el Gobierno del país.

P. El Gobierno insiste en que detrás del MTI está Irán. ¿Qué piensa como miembro de la oposición?

R. Creo que se trata de una ligereza acusar al MTI de ser el agente de Irán en Túnez. El movimiento integrista tunecino existe con antelación a la revolución iraní. Fue constituido en 1968, y hoy es una fuerza propia y autónoma que le permite cualquier independencia del exterior, en este caso Irán. De todas formas, no podemos negar la influencia que ha podido ejercer la revolución iraní en la radicalización del MTI. Pero pienso que se trata sólo de una influencia ideológica. A partir de esta revolución, el MTI ha comenzado a hablar en Tunez de revolución islámica. E incluso ha adoptado eslóganes similares a los de ellos, como el de la necesidad de una lucha de los explotados contra los explotadores.

Una relación compleja

P. ¿Qué tipo de relación existe entre la oposición tunecina y el movimiento integrista?

R. La relación entre la oposición democrática y el MTI es compleja. Hay una diferencia importante: nosotros luchamos por un régimen pluralista y respetuoso de la libertad individual, y ellos confieren al Estado facultades para controlar la libertad del ciudadano. Es una importante divergencia que ya provoca conflicto. El MTI ha evolucionado: primero aceptaba la democracia y después la ha rechazado. Los integristas alegan, en relación a esto último, que el islam tiene su propio sistema político de Gobierno.

De todas formas, la oposición en Túnez coordina esfuerzos por la defensa de las libertades en el país, y no nos podemos negar a un derecho básico para él ciudadano: el de la asociación y la difusión de ideas. Estamos en un Estado de cooperación que forma parte de la lucha democrática, pero somos conscientes de la gran diferencia que existe entre nuestro proyecto y el de ellos.

P. ¿No es una contradicción solidarizarse con un movimiento en suma totalitario?

R. Existe también una diferencia entre el proyecto político del MTI que nosotros criticamos, y el derecho que tiene cualquier ciudadano tunecino, cualquiera que sean su s ideas. Nosotros no podemos aceptar jamás los tribunales de excepción y tampoco las condenas de muerte. También nos oponemos, y eso está ocurriendo ahora, a que se violen constantemente las libertades de pensamiento, asociación y prensa.

P.En todo el país se habla de penas de muerte.

R. Oficialmente se pide la aplicación de artículos del Código Penal que demandan la pena de muerte. No podemos ignorar el peligro que supone que algunos dirigentes del MTI sean ejecutados. La violencia no puede resolver los problemas políticos, culturales y sociales que se manifiestan en el movimiento integrista. Tenemos como precedente a Egipto: ejerce violencia y el pueblo responde con contraviolencia.

Si se producen penas de muerte, Túnez se puede encontrar en una situación de violencia y contraviolencia larvada que nada más que daría desgracias al país. Yo, como abogado, estoy en contra de la pena de muerte porque, y se ve en los países que la aplican, no resuelve nada. Se trata de un crimen organizado por el Estado.