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En 1986 se realizaron 200 trasplantes de médula ósea

Los trasplantes de médula ósea (TMO) se han duplicado en los dos últimos años, según José María Fernández Rañada, director del curso Problemas actuales y resultados del trasplante de médula ósea, clausurado ayer en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, en Santander. La finalidad de este curso, celebrado a lo largo de toda la semana, ha sido resumir la experiencia española en ese tipo de trasplantes. En 1986 se realizaron en nuestro país más de 290 trasplantes de médula ósea. Éste puede considerarse como un nivel adecuado, según el doctor Fernández Rañada, ya que la cifra de potenciales, candidatos a TMO en España está situado en 250 personas. La mayoría de los 900 trasplantes realizados en 1986 son de tipo alogénico (es decir, la médula trasplantada procede de un donante que generalmente es un hermano del enfermo). Desde hace año y medio se realiza también en España el denominado trasplante autólogo. Este trasplante se realiza en médula ósea del propio paciente.

La dificultad de encontrar un donante compatible es una de las causas que actúa como freno en la expansión o, en el desarrollo del TMO. Cada persona que necesita de esta técnica terapeútica tiene sólo una probabilidad del 25% de tener un hermano que reúna las características necesario de histocompatibilidad para servir como donante. Por ello, el doctor Fernández Rañada predijo para los próximos años "un aumento moderado de trasplantes alogénicos, pero aumentarán en cambio considerablemente los trasplantes autólogos".

Riesgos

El riesgo en ese tipo de trasplantes reside en la posibilidad de que la médula trasplantada tenga la denominada enfermedad mínima residual. Es decir, que perduren en ella restos de la enfermedad que hace necesario el trasplante sin. que sea detectable por el ojo humano al microscopio. Pero las investigaciones están desarrollando métodos cada vez más fiables para "purgar" esa médula y trasplantarla limpia. Según Patrick Herve, director del centro regional de transfusiones sanguíneas de Besancon (Francia), en el trasplante autólogo es fundamental elegir el momento adecuado para recoger la médula que se va a trasplantar y seleccionar muy bien a los pacientes que se pueden beneficiar de esta técnica. "Lo más difícil de hacer comprender a los familiares cuando reclaman un TMO", continúa el doctor Herve, "es que unos pacientes dependen del trasplante, pero otros tienen otras alternativas". El TMO está indicado para tratar las leucemias agudas y algunos trastornos genéticos y la anemia aplástica, así como algunos linfomas malignos. El objetivo del TMO es sustituir la médula enferma por una sana. Los mejores resultados se obtienen con pacientes menores de 40 años. En el caso del trasplante autólogo disminuyen las complicaciones y se amplia el límite de edad hasta los 45 ó 50 años.

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