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LA DEMOCRACIA FILIPINA, EN PELIGRO

La paz parece imposible

Filipinas ha vivido desde la llegada al poder de Corazón Aquino, el 25 de febrero de 1986, casi un año y medio de convulsiones sociales y políticas con rumores e intentos permanentes de golpe de Estado.Entre los intentos más serios de derrocamiento de la presidenta Aquino destaca el del 6 de julio de 1986, protagonizado por el líder de la oposición Arturo Tolentino. La presidenta se encontraba de viaje en el sur del país y el vicepresidente, Salvador Laurel, iniciaba en España una gira oficial por Europa.

Tolentino, junto con 300 militares y apoyado por 8.000 partidarios del ex presidente Marcos, se proclamó jefe del Estado interino en un acto organizado en el hotel Manila. Después de un sitio de 36 horas, los amotinados se rindieron sin que hubiera derramamiento de sangre.

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El Gobierno anunció que tanto Tolentino como sus más estrechos colaboradores serían procesados. Pero a finales del mes de julio la presidenta Corazón Aquino ordenó la retirada de los cargos por rebelión y el golpista, junto con otros 25 implicados, juraron lealtad a Filipinas -aunque no a la Constitución- y el reconocimiento del Gobierno de Aquino, a cambio de no ser procesados por rebelión.

A mediados de noviembre de 1986, coincidiendo con la visita de Corazón Aquino a Japón, se descubrió una nueva intentona golpista -tras la que estaba el ministro de Defensa, Juan Ponce Enrile- que llevaba el nombre clave de "Dios salve a la Reina" y que pretendía hacerse con el control del Gobierno y relegar a Aquino a una jefatura de Estado meramente nominativa.

La noche del 22 al 23 de noviembre de 1986 Enrile volvió a intentar conquistar el poder y reimplantar el Parlamento vigente durante la dictadura de Ferdinand Marcos.

La intentona golpista fue descubierta por miembros del servicio de espionaje militar, fieles al entonces jefe del Estado Mayor, Fidel Ramos. Éste abortó el golpe, apoyó a la presidenta y se convirtió en el nuevo hombre fuerte de Filipinas.

Corazón Aquino destituyó a Ponce Enrile, que abandonó su cargo como un "héroe de la democracia", según las palabras de despedida del nuevo ministro de Defensa Rafael lleto.

El 26 de enero de 1987 se produjo un nuevo intento de golpe militar patrocinado por una unidad de la base aérea de Villamor, que se encerró en la sede del Canal 7 de la televisión filipina. Dos días después se rindieron y fueron detenidos 13 oficiales, entre ellos un general, 159 soldados y 157 civiles relacionados con la rebelión.

"Aplicaremos la ley y los culpables, tanto civiles como militares, serán castigados", afirmó la presidenta Corazón Aquino en esa ocasión, pero hasta el momento no se les ha procesado.

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