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"La 'Perestroika' no ha llegado a la danza", afirma Maya Plisetskaia

La reestructuración (perestroika) emprendida por Gorbachov no ha llegado a la danza soviética, según declaró ayer en Santander la bailarina y coreógrafa Maya Plisetskaia, horas antes de ofrecer la primera función del Ballet del Gran Teatro Boishoi de Moscú, que inicia su segunda gira por España. Esta opinión fue completada con un "esperemos que llegue" y su esperanza en las reformas de la Unión Soviética. El director artístico del Bolshoi, Sergei Radchenko, dijo que solucionar el grave problema de la ausencia de profesionales invitados del extranjero "dependerá de la perestroika".

Maya Plisetskaia, que el próximo 1 de diciembre se hará cargo de la dirección artística del Ballet del Teatro Lírico Nacional, evitó dar detalles de sus planes profesionales al desconocer la compañía, pero adelantó que pensaba traer a los mejores coreógrafos del mundo y a artistas invitados si eran necesarios para completar el conjunto. "Me gusta mucho España y siempre me he sentido atraída por ella", dijo al comentar su aceptación del cargo en el Teatro Lírico Nacional. Añadió que sus mejores espectáculos tenían asociaciones con España, como son los casos de Don Quijote y Carmen. Al ser prevenida, durante la conferencia de prensa ofrecida junto al equipo del Bolshoi, sobre el individualismo de los artistas españoles, la primera bailarina soviética manifestó que para formar un espectáculo todos tienen que participar por igual y "el que no quiera puede no participar". Dijo que sin disciplina no se hace nada y que es el punto de partida para una profesión que requiere trabajar regularmente durante toda la vida.

El interés de Plisetskaia es poder formar una tradición en ballet clásico en España, como ya existe con el flamenco. Maya Plisetskaia, de 61 años, está contratada desde el 1 de diciembre de 1987 hasta la misma fecha de 1989, y se especifica que estará en España seis meses al año, nunca más de dos meses seguidos. Ayer confirmó que actuará con el Ballet del Teatro Lírico Nacional, pero que también seguirá bailando con el Bolshoi.

Una cuestión "dolorosa" a la que respondió la bailarina fue la necesidad del Bolshoi de incorporar nuevas coreografías y la aportación de los artistas extranjeros a los montajes de la compañía. Preguntada si había otros casos similares de artistas que simultanean su trabajo en la Unión Soviética y en el extranjero, respondió que no sabía, aunque algunos colaboran de forma esporádica. Esta "grave situación" la amplía a las orquestas, que se degradan con una dirección musical única. La respuesta del director artístico, Radchenko: "El dueño es el amo".

El Ballet del Gran Teatro Bolshoi de Moscú inició anoche su segunda gira por España en la plaza Porticada -de cuyo escenario dijo Plisetskaia que no era el mejor del mundo-, dentro de la programación del Festival Internacional de Santander. Hoy, miércoles, representarán su último programa, que incluye piezas del primero y La rose malade, con Plisetskaia y Boris Yesimov.

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