Riad acusa a Irán de la muerte de uno de sus diplomáticos en Teherán

Arabia Saudí ha acusado a Irán de la muerte, el pasado lunes, de su agregado político en la Embajada de Teherán, Musaid al Ghaindi, según informó la agencia saudí Spa al citar a un responsable del Ministerio de Asuntos Exteriores de dicho país. Musaid al Ghamdi resultó gravemente herido el pasado 1 de agosto durante el ataque contra la Embajada saudí en Teherán, realizado por revolucionarios islámicos que protestaban por la carnicería de La Meca.

Según estas fuentes, el diplomático se arrojó por una ventana al intentar huir de los asaltantes y sufrió serias lesiones. Hospitalizado en Teherán, Musaid al Ghamdi recibió "un trato inhumano". El Gobierno iraní impidió la repatriación del diplomático, que, según la versión saudí, hubiera podido salvar su vida de haber sido tratado en su país.

Arabia Saudí no ha informado si el diplomático murió en su país o si aún permanecía en Irán. La Embajada del reino saudí en Teherán fue abierta de nuevo el pasado domingo.

Irán, por su parte, acusa a los saudíes de haber expulsado "manu militari" al representante personal del imam Ruholá Jomeini en La Meca, hoyatoleslam Mehdi Karrubi. Éste había afirmado que no dejaría Arabia Saudí hasta que no lo hiciera el último de los 150.000 peregrinos iraníes que este año han visitado los santos lugares del islam. Radio Teherán afirma que, el pasado domingo, la policía saudí efectuó un espectacular despliegue en torno a las sedes diplomáticas iraníes, y detuvo y expulsó a la mayoría de sus miembros.

[Irán ha responsabilizado a Riad de la muerte del diplomático saudí, que considera fue causada por su empeño en que fuera repatriado a su país, informa France Presse].

En Beirut, el Hezbolá o Partido de Dios se responsabilizó del atentado con explosivo del pasado sábado en un complejo de gas saudí. Según Hezbolá, sus militantes en Arabia Saudí fueron los autores de esa acción, que causó un muerto y 15 heridos.

Irak pide sanciones a la ONU

Irak pidió ayer nuevamente a la ONU que aplique sanciones contra Irán, por no aceptar la resolución 598, del pasado 20 de julio, del Consejo de Seguridad. Esa resolución exige un inmediato alto el fuego en la guerra del Golfo y no ha sido ni rechazada ni aceptada por la República Islámica. La petición iraquí fue efectuada en una carta enviada al secretario general, Javier Pérez de Cuéllar, por el ministro de Exteriores, Tarek Aziz. El día anterior, la aviación iraquí había realizado 'nuevos ataques devastadores contra centros petroleros iraníes, en la región del Juzistán, al suroeste del país. [Por otra parte, dos lanchas iraníes atacaron ayer con misiles a un navío cisterna de bandera liberiana, el Osco Sierra, en el golfo de Omán, según la compañía británica de seguros LLoyd's, informa France Presse. Se trata del primer incidente de este tipo fuera de las aguas del golfo Pérsico.]