Rigor presidencial

Puerta / Manzanares, Espartaco, Cepeda.GONZALO ARGOTEEl presidente denegó a Espartaco una oreja en su primer toro, que el público pidió con claridad mayoritarlamente. Sin duda, con la buena intención de prestigiar la plaza de Málaga, pero donde más prestigio existe es allí donde se cumple el reglamento.

Al presidente no le gustó la faena de Espartaco. A mi tampoco, pero al público sí, y en el primer trofeo el veredicto popular es inapelable. A mi no me gustó el Espartaco de ayer. No tiene nada que ver con el torero de la feria sevillana del 86. Sabe torear para los aficionados y para la galería. Ayer, hizo una faena pueblerina, impropia de su categoría.

PisotónAl quinto, Espartaco lo toreó con un poco más de reposo y el presidente, con menos pañuelos, le otorgó la oreja. Durante la lidia de este toro, resultó lesionado, a causa de un pisotón que le propinó el toro cuando toreaba de muleta.

En la enfermería se le apreció probable fisura en el pie izquierdo", quedando pendiente del examen radiológico.

Manzanares toreó su primero con sentimiento sobre ambas manos y mató mal. Con el cuarto, un manso de solemnidad, no se podía hacer nada.

Cepeda tuvo mala suerte con su lote. A la voluntad se le premió con una vuelta al ruedo y lo más meritorio fue en el sexto al que consiguió se tragara una tanda de naturales pese a su peligro y al susto que le había dado de salida con el capote.