Escasa colaboración
El día 18 de julio, a media mañana, en Madrid, mi mujer sufrió dos robos en el espacio de hora y media, algo que podría figurar perfectamente en el Guinness book of records. En uno de ellos, un joven entró en la cafetería donde estábamos y cogió la bolsa de mi mujer. Yo salí corriendo tras él gritando: "¡Robo!", "¡Ayuda!", etcétera. Nadie hizo nada para detener al delincuente; incluso, en una estrecha bocacalle, el público le facilitó el paso.Yo quisiera agradecer a los policías de la comisaría de Retiro todas sus atenciones. Pero, sin la colaboración ciudadana en la lucha contra el crimen, la misión de la policía resultará imposible.-
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