14 heridos leves al estallar en Éibar un coche bomba cargado con unos 25 kilos de amonal
P. L.Catorce personas sufrieron heridas leves al hacer explosión, a las tres de la tarde de ayer en la localidad guipuzcoana de Éibar, un coche bomba aparcado en la calle Zenzen Vide de dicha población, junto a la discoteca Jai Alai. En el maletero de un Peugeot 505, matrícula AV-0724-C, había de 25 a 30 kilos de amonal y metralla, colocados en dos ollas, según el Gobierno Civil de Guipúzcoa. El artefacto estaba programado para estallar al paso de la patrulla de la Guardia Civil que se dirige diariamente a un banco de pruebas de armas, situado en las inmediaciones del lugar de la explosión.
El cambio de horarios de las patrullas del cuerpo, decidido tras el atentado que cometió ETA Militar el 23 de julio pasado contra la casa cuartel de la misma localidad, impidió que el atentado lograra su objetivo. Según las primeras informaciones, los terroristas habían colocado el temporizador de la carga explosiva a las 15.05, cuando solían pasar los tres números del cuerpo que escoltan a los encargados del servicio de probadura de armas, y que hacen guardia a una distancia de unos 20 metros de donde fue aparcado el coche bomba, antes del reciente cambio de horarios. Vecinos de la zona indicaron que la patrulla de la Guardia Civil pasó ayer por la calle Zenzen Vide una hora antes de la explosión del coche bomba.
Junto a la discoteca afectada se encuentra la sede local de Eusko Alkartasuna (EA), que ha sufrido fuertes daños. Vecinos de la localidad apuntan la posibilidad de que el atentado fuera dirigido contra la sede de éste partido, en contestación a una nota publicada en los medios informativos guipuzcoanos por Mikel Larrañaga, portavoz de EA en el Ayuntamiento de Éibar, en la que criticaba duramente el atentado etarra contra la casa cuartel de la Guardia Civil en esta población.
Desperfectos en 80 viviendas
Los heridos, todos ellos civiles que paseaban por la zona y fueron alcanzados por la metralla, fueron atendidos en el ambulatorio de Éibar. Entre los heridos se encuentran varios niños con diversos cortes por cristales y contusiones.
La joven Marisa Cabezón Ortiz de Zárate, de 19 años, tuvo que ser trasladada a la Residencia Nuestra Señora de Aranzazu, de San Sebastián, al presentar una herida inciso-contusa en la mano derecha, que los médicos que la atendieron en primer lugar temieron que hubiese seccionado el tendón.
Sin embargo, la radiografía realizada en la residencia donostiarra reveló que la herida era leve.
Según fuentes de la Policía Municipal, unas 80 viviendas próximas sufrieron fuertes desperfectos por la explosión, que afectan tanto al exterior como a la estructura interior de las viviendas.
El propietario del vehículo que los terroristas emplearon para cargar el explosivo, Javier Viteri Andikoetxea, de 37 años y vecino de Éibar, fue asaltado horas antes del atentado por varios individuos que le robaron el coche a punta de pistola en un camino vecinal en Elgueta. Viteri permaneció unas cuatro horas atado a un árbol. A las dos y media, una persona que dijo hablar en nombre de ETA llamó a la DYA (Asociación de Ayuda en Carretera) de Éibar y anunció dónde se encontraba Viteri.
Cuando la ambulancia se dirigía a liberar al retenido, hizo explosión el artefacto y tuvo que regresar a la localidad para atender a los posibles heridos.
Las fuerzas políticas con representación en el Ayuntamiento eibarrés manifestaron ayer en un comunicado "su más enérgica repulsa ante este nuevo atentado indiscriminado".
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