El 'bop'que viene de Nueva York

El New York Jazz City Quintet llega a Madrid después de obtener los dos máximos galardones -al mejor grupo y al mejor solista- en la última edición del Festival de San Sebastián. Ya allí llamaron la atención por su sonido desde el primer tema y el jurado revalidó algo que el público había expresado con sus aplausos. En esta semana madrileña el NYJCCQ ha ofrecido la música dominante en su ciudad de origen: el bop que se toca en los años ochenta.En el Quintet hay alguien bien conocido de los seguidores madrileños: el contrabajista Miguel Ángel Chastang, estudiante en el Jazz City College con el maestro Ron Carter. Fue Carter quien sugirió a Tim Ouichette la formación de un grupo y la entrada en concurso en San Sebastián. Tim convocó a Miguel Ángel y a otros tres compañeros de aula. Parece que en unas semanas han conseguido un sonido de grupo distinguidamente profesional.

Tim Ouichette, un trompetista que conoce bien la historia de su instrumento y goza de la fuerza de la personalidad propia, obtuvo en San Sebastián el número uno en instrumentistas, mientras el batería de la banda, Jeff Siegel, obtenía el tercer puesto. Siegel tuvo que volver a Nueva York y en esta semana madrileña ha sido sustituido por un batería de la escena local, Carlos Carli, quien ha sabido alimentar el fuego de estos verdaderos boppers. Completan la banda Steve Schrell, un saxo blanco que a las dos notas hace saber que ha entrado en escena, y el pianista Ray Gallon, profesor en el mismo centro, al que hemos podido conocer mejor.

A lo largo de estos días, el Quintet ha ofrecido versiones -efectivamente, se trata de verdaderos arreglos trabajados de algunos de los grandes temas del bop de los cincuenta y sesenta. Un temario que va del One finger snap, de Herbie Hancock, a Off minor, de Thelonlus Monk; Minority, de Gigi Gryce; Stablemates, de Benny Golson, y Hi-fly, el vals de Randy Weston. Si el temario es preciso, también lo es el acercamiento: fuego bop para notas bop. Es ahí donde Carlos Carli ha demostrado ser un baterista que sabe alimentar a una formación, siendo capaz, también, de seguir y sugerir en los solos del piano.

Ray Gallon es un exigente pianista que, en muchas ocasiones, parece hablar en Bud Powell. Y, desde luego, sabe hacerlo. Miguel Ángel Chastang parece estar aprovechando su alumnado con el maestro Carter y algún día será de nuevo líder de una necesaria formación bop madrileña.

El Quintet parte de una precisa definición sonora como grupo. Es fácil saber lo que quieren hacer: lo están haciendo.