Un 'ultra' italiano asegura que la 'guerra sucia' anti-ETA fue preparada por servicios españoles
El ultraderechista italiano Eliodoro Pomar afirma en un memorial que se encuentra en poder de la justicia italiana que los servicios secretos de Presidencia del Gobierno y la policía española organizaron la guerra sucia contra ETA en los años finales del franquismo y primeros de la transición, "recurriendo a un ejército formado por italianos, argentinos, franceses y portugueses". Eliodoro Pomar se cree que permanece aún en España.
"El armamento", según Pomar, "era siempre suministrado por la policía y del mismo formaban parte tres Ingram M-10, una de las cuales sirvió para asesinar el juez italiano Vittorio Occorsio.En España, según Pomar, se perfilaron dos buenas ocasiones de trabajo para algunos miembros de la colonia de ultraderechistas que se encontraban en nuestro país: la represión del terrorismo vasco y la situación que se produjo con el cambio de régimen.
"ETA", explica el ultra italiano, que está buscado por la justicia de su país, "no podía ser combatida con los medios que normalmente emplea la policía. Se hacía necesaria la creación de un cuerpo antiterrorista capaz de acciones de represalia contra los subversivos vascos, tanto en territorio español como al otro lado de la frontera francesa. La policía había intentado dar caza a los elementos de ETA, pero con escasos resultados y al precio de grandes riesgos. La identificación de agentes españoles era fácil y la libertad de acción escasísima, sobre todo porque su condición de funcionarios de policía podía causar serios problemas si llegaba a conocerse por el Gobierno francés".
Escasa brillantez
El ultraderechista italiano asegura que la acción del denominado grupo ATE (Antiterrorismo ETA) no fue "especialmente brillante", aunque "es cierto que algunas de estas acciones consiguieron la eliminación física de elementos terroristas y de sus familiares". Eliodoro Pomar afirma que en algunos atentados también se utilizaron explosivos, aunque no ofrecieron buenos resultados.Pomar afirma que los ultras que participaban en estas acciones, entre ellos Augusto Cauchi, tenían que devolver el armamento recibido a las autoridades españolas, pero alguna parte quedó en manos de alguno de ellos y se argumentó que había sido robado.
El ultra se refiere al caso Coneutelli, que fue detenido y condenado en Roma por el asesinato del juez Vittorio Occorsio. Al fascista italiano le fue intervenida una Ingram comprada por la policía española y posteriormente entregada a los servicios secretos militares.
Entre los italianos que participaron en estas acciones y las acciones ultraderechistas con el cambio de régimen Pomar nombra a Stefano delle Chiaie, Augusto Cauchi, Mauricio Giorgio, conocido en Italia como hombre del SID (servicios secretos), y Andrea Meiville, quien había sucedido a Mario Ricci en la dirección de la agencia de viajes Transalpino.
Delle Chiaie ha negado en el juicio por la masacre de la estación de Bolonia su participación en estas acciones y sus relaciones con los servicios secretos y ha precisado que Eliodoro Pomar escribió su memorándum una vez separado del grupo y de forma hostil y falsa. Eliodoro Pomar dice que los desórdenes de la extrema derecha en España durante la primera fase de la transición pretendían "presentar a la derecha como una banda de forajidos, alborotadores y asesinos", para hacer más fácil el cambio de régimen.
"Los servicios secretos de la Presidencia", añade el ultraderechista italiano, "que organizaron estos desórdenes, se vieron envueltos en ciertas dificultades y obligados a cubrirse las espaldas buscando víctimas propiciatorias".
Pomar precisa que en España "vivían también italianos refugiados por razones políticas que, habiéndose negado a formar parte de los grupos de facinerosos que se ponían al servicio del poder local, podían ser acusados de todos los desafueros y ser perseguidos sin el peligro que suponía expulsar de España a muchos de los verdaderos facinerosos, privándose así de un grupo que todavía podría ser útil en el futuro".
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