El médico que murió al inyectarse heroína padecía de cirrosis, según la autopsia

La autopsia realizada a Joaquín Florit, médico que falleció tras inyectarse una dosis de heroína el pasado domingo, ha revelado que padecía una cirrosis hepática avanzada y que hacía meses que no consumía heroína. Petra Guijardo, que también murió despues de inyectarse, sufría una enfermedad infecciosa grave, de acuerdo con el resultado del exámen médico. La existencia de procesos patológicos pudo influir, según el fórense Jaime Marcó, en que la dosis de heroína provocara su muerte, al encontrarse sus organismos en condiciones de minusvalía ante una sustancia tóxica. Esta circu:ristancia explicaría también que José Antonio Santiago, el amigo que consumió la misma droga con ellos, no resultara afectado.Florit y Guijardo muríeron por asfixia, provocada por causa interna tóxica. Según el resultado de la autopsia, se descarta la posibilidad de una sobredosis. Muestras de orina y sangre de los fallecidos han sido enviadas al Instituto Toxicológico de Madrid para determinar si la droga estaba adulterada o si los fállecidos ingirieron alguna sustancia que provocara el desenlace mortal. El médico forense señaló que el grado de pureza de la droga pudo ser un factor que influyera en los hechos, pues los fállecidos no consumían estupefacientes últimamente y sus organismos no estaban habituados.

Ramón Valle y María Asunción Matutano, los presuntos camellos detenidos en relación con las muertes, declararon ayer ante el juez, quien ordenó su ingreso en prisión. Ambos explicaron que habían comprado la heroína en el barrio Chino de Barceloria junto con Florit, Guijardo y Santiago. Los detenidos afirmaron que ellos también habían consumido las dosis adquiridas, sin tener una reacción anormal.