No tan moderna

El día 20 de junio pasado, EL PAÍS dedicó una página de su sección de Negocios a presentar la empresa de ingeniería Eptisa, describiendo su trayectoria histórica y sus actividades actuales.El artículo ofrece una imagen de empresa moderna, con productividad a la americana, ágil, diversificada y en la vanguardia tecnológica. También se desprende que se ha conseguido esta empresa modélica gracias a la labor de reconversión realizada por un nuevo equipo directivo durante los dos últimos años. Naturalmente, ésta es la imagen ofrecida por este nuevo equipo directivo. El artículo habría sido mucho más completo si se hubiera incluido la visión del personal de la empresa.

A juicio del comité de empresa, la labor del nuevo equipo directivo ha sido poco meritoria. La mayor competitividad no se ha basado tanto en una mejora de organización y métodos de producción o en la búsqueda inteligente de nuevos mercados, sino en un acoso sistemático al personal de la empresa (continuos despidos, congelaciones salariales para unos y zanahorias para otros, empeoramiento de las condiciones de trabajo para todos) y en un recurso sistemático a la subcontratación y a la economía sumergida para abaratar costes. Los resultados económicos de esta política no son tampoco tan brillantes como podría deducirse del artículo. Los 800 millones de pesetas de beneficios del año 1986, con una facturación total de 5.000 millones, proceden casi en su totalidad del área nuclear de la empresa, donde no han llegado las mágicas actuaciones de la dirección y donde hay ahora una verdadera labor de reconversión, de la cual se desentiende.

¿De verdad puede pensar alguien, incluyendo el equipo directivo, que una empresa concebida sobre la base de presionar al personal con los procedimientos más primitivos de dirección empresarial puede satisfacer e ilusionar a sus empleados en la medida necesaria para abrir caminos en -el desarrollo tecnológico?. y ocho firmas más. Comité de empresa de Eptisa.