Najibulá se resiste a ceder a la oposición afgana competencias sobre seguridad
El régimen prosoviético de Afganistán no está dispuesto a ceder a la oposición competencias en materia de política exterior, seguridad y cuestiones militares en el marco de la política de reconciliación nacional refrendada en Moscú por el máximo dirigente afgano, Mohamed Najibulá, y el líder soviético, Mijail Gorbachov. En una conferencia de prensa celebrada ayer al término de su breve e inesperada visita a la capital soviética, Najibulá dijo que su Gobierno contempla la cesión de 23 puestos ministeriales a la oposición dispuesta a sumarse a la política de reconcilación nacional.
Los puestos ministeriales ofrecidos van desde dos vicepresidencias del Consejo de Ministros hasta ocho puestos sin cartera, pasando por un ampl'lo abanico de temas sociales y económicos. A la lista pertenecen las carteras de Comercio Interior y Exterior, Industria, Educación Superior y Media, Geología y Recursos, Distribución de Aguas y Reforma Agraria, así como las de Sanidad, Deporte, Trabajo y Seguridad Social, Cuestiones Religiosas y Nacionalidades.Najibulá, antiguo jefe de los servicios de seguridad, que sustituyó a Babrak Karmal en mayo de 1986, reconoció que las medidas para "normalizar" la situación en Afganistán son "militares", además de políticas y económicas. Najibulá había anunciado el día antes la prolongación del alto el fuego vigente desde principios de este año hasta el 15 de enero del año próximo.En el ámbito internacional, el dirigente afígano insistió en acelerar las conversaciones de Ginebra que se llevan a cabo entre Pakistán y Afganistán bajo la mediación de la ONU. Sebre la retirada de las tropas soviéticas de su país, Najibulá reiteró el argumento según el cual ésta será posible en cuanto cese la ""injerencia" de EE UU y haya garantías de qué no va a producirse de nuevo en el futuro.En los últimos meses, el número de bajas soviéticas y de las tropas regulares afganas ha aumentado debido al incremento de la actividad armada de la guerrilla, ahora en posesión de misiles Stinger que han supuesto una nueva amenaza cualitativa para los aviones y helicópteros soviéticos. Naffibulá se mostró satisfecho de la política de reconcifiacíón y dijo que en los primeros seis meses de este año han regresado a Afganistán 60.000 refugiados, comparados con un total de 37.000 en todo el período anterior. Moscú envió sus tropas a Afganistán en diciembre de 1979 y el contingente militar allí destacado se calcula en 115.000 personas, con independencia de una retirada simbólica llevada a cabo a finales del, año pasado. Una república
La posición del -rey Mohamad Zahir Shah, en el supuesto de que aceptara regresar a Alganistán, debería ser determinada en la mesa de negociaciones, según dijo Najibulá. El dirigente, no obstante, mencionó que la nueva Constitución, donde el islam tiene un papel privilegiado, prevé una república de Afganistán. El Partido Popular Democrático de Afganistán (PPDA) quiere conservar su "papel organizador y movilizador" en el país, según puntualizó Najibulá. Entre los otros partidos que Kabul aceptaría se encuentra un partido islámico. Asimismo podría crearse un partido campesino y "no se excluye" un "partido liberal de la burguesía nacional".
Preguntado si estaría él mismo dispuesto a retirarse para facilitar una solución política, Najibulá dijo que en interés del pueblo y la revolución llegaría a "dar la vida", pero no dio ninguna respuesta concreta a la cuestión, que curiosamente se formulaba y era respondida en términos prácticamente idéntícos a los que utilizara Karmal en febrero de 1986, cuando visitó la URSS. Karmal, que ha perdido todos sus cargos políticos, se encuentra siguiendo tratamiento médico en la URSS, según Najibulá.
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