La CE prepara medidas de respuesta a Estados Unidos y Japón

Los ministros de Asuntos Exteriores de los doce se reunieron ayer en Bruselas para debatir medidas de respuesta equivalentes a las sanciones anunciadas por Estados Unidos, así como otros mecanismos que puedan poner freno a la invasión comercial de productos japoneses, en los contenciosos comerciales que la Comunidad Europea mantiene con estos dos países.El comisario europeo encargado de la política comercial, Willy de Clerc, y el presidente de turno del Consejo de Ministros de la CE, el danés Uffe Elleman-Jensen, expusieron ayer los resultados de las negociaciones mantenidas con Estados Unidos la pasada semana. El problema de las exportaciones de pastas amenaza nuevamente con desatar una guerra comercial entre Estados Unidos y la Comunidad. La Administración Reagan ha exigido a la CE que ponga fin a sus ayudas a las exportaciones de pastas.

El secretario estadounidense de Comercio, Clayton Yeutter, ha remitido una carta a la Comisión Europea ha anunciando que Estados Unidos adoptará a partir del próximo 2 de agosto medidas restrictivas sobre las importaciones de pastas, especialmente las procedentes de Italia, en represalia por el trato preferencial que la Comunidad otorga a los cítricos procedentes de países mediterráneos terceros. Estados Unidos se opone también a los reglamentos sanitarios que la CE quiere imponer a los mataderos norteamericanos que exporten carne a Europa. La Comunidad ha calificado inicialmente de inaceptables las pretensiones estadounidenses.

Las diferencias con Japón se refieren a la progresiva penetración de productos nipones en los mercados europeos, que se ha agravado a raíz del desarme comercial iniciado por España y Portugal. Un informe comunitario sobre los intercambios comerciales bilaterales entre marzo y julio de este año da cuenta de las numerosas quejas planteadas por empresarios europeos sobre posibles casos de dumping realizado por los japoneses.

Las conversaciones a alto nivel entre la CE y Japón, llevadas a cabo los pasados 9 y 10 de julio, han abierto una vía, de arreglo a un desequilibrio comercial que en 1986 fue favorable a Japón en 21.400 millones de dólares (3,56 billones de pesetas) y que este año amenaza con agravarse.

La Comunidad pide una apertura creciente del mercado japonés, así como una acomodación de este país a las normas internacionales de homologación de productos, especialmente en los que se refiere a los automóviles, cosméticos y equipos médicos que la CE exporta a Japón.

Los ministros de Exteriores de los doce analizaron ayer también el calendario de discusiones sobre el plan Delors para la reforma presupuestaria de la CE.