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Estados Unidos rechaza el control español para el abastecimiento de aviones en la base de Zaragoza

Anabel Díez

El ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, informó ayer que Estados Unidos pretende, en la negociación sobre reducción de instalaciones militares en España, obtener una autorización global para el abastecimiento en vuelo desde la base de Zaragoza y el entrenamiento nocturno a baja cota, mientras que España quiere que existan autorizaciones "caso por caso". A este respecto, señaló que en el caso del ataque aéreo norteamericano a Libia de la primavera pasada "hubo contradicciones entre los intereses estratégicos de Estados Unidos y los de España".Según manifestaron miembros de la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, donde compareció el ministro a puerta cerrada para explicar el estado de las negociaciones sobre la reducción de efectivos militares, Fernández Ordóñez afirmó que los norteamericanos están dispuestos a trasladar fuera de España el cuartel del XVI Mando de la Fuerza Aérea de EE UU en Europa (que no implica la salida de los aviones F-16), con base en Torrejón (Madrid). Al preguntarle si su nuevo destino sería Portugal el ministro no respondió alegando que era un asunto "muy delicado". El titular de Asuntos Exteriores insistió en que el Gobierno necesita ofrecer a los españoles "la imagen" de una reducción sustancial, dado que los españoles perciben la presencia de estas bases extranjeras como una amenaza para su seguridad y una merma de su soberanía.

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La sesión de información sobre el estado de las negociaciones con Estados Unidos se prolongó durante algo más de dos horas y a puerta cerrada, con la oposición de los diputados del Partido Demócrata Popular, que no encontraban razones para que no estuvieran presentes los medios de comunicación.

Los portavoces de los grupos parlamentarios consultados coincidieron en resaltar de la información del ministro el forcejeo entre el Gobierno español y Estados Unidos para que los aviones estadounidenses tengan que pedir autorización de uso cada vez que quieran ser abastecidos en vuelo o realizar entrenamiento nocturno a baja cota. Los norteamericanos quieren que se mantenga la situación actual y no tener que solicitar esta autorización.

Esta declaración provocó a los portavoces para preguntar al ministro si en la primavera pasada, cuando Estados Unidos realizó ataques aéreos a Libia, los aparatos norteamericanos fueron o no abastecidos en vuelo por los aviones cisternas norteamericanos de la base de Zaragoza. "En esa ocasión hubo contradicción entre los intereses estratégicos de España y los de Estados Unidos, y también de éstos con los de otros países de Europa", dijo el ministro de Asuntos Exteriores según han declarado varios diputados que asistieron a la sesión secreta. Estos parlamentarios no dudan de que aquella operación se hizo.

El ministro de Asuntos Exteriores no quiso responder claramente, al estimar que no es competencia de su ministerio el responder si la base de Torrejón de Ardoz se mantendría como instalación militar española en el caso de que los norteamericanos la abandonaran. Después de varios requerimientos de la oposición, afirmó que el Ejército español considera esta instalación como necesaria para la defensa.

El portavoz del Grupo Popular, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, formuló una reflexión sobre las necesidades de defensa que tendrá el Ejército español dentro de 10 años, para concluir que quizá sería necesario que permanecieran los 72 aviones del Ala 401 de cazabombarderos, según versión de otros portavoces; los mismos indican que el ministro sonrió cuando Herrero hizo referencia "al salvaje proteccionismo de Europa" frente a Estados Unidos.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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