La comodidad del secreto

La sesión secreta realizada ayer en el Congreso satisfizo a todos los parlamentarios de la Comisión de Exteriores, dado que, aunque mostraron discrepancias con el contenido de las negociaciones con Estados Unidos, se congratularon de recibir información directa del ministro "con la libertad" de expresión de la que todos pudieron gozar al no estar presentes los medios de comunicación.Sólo los diputados del Partido Demócrata Popular no encontraron razones objetivas para que la sesión fuera a puerta cerrada, en lo que se ratificaron al terminar la misma y comprobar que no se habían desvelado secretos.

Fernández Ordóñez, al término de esta reunión, afirmó "que se habían tocado a fondo todos los temas con mucha libertad" y que había informado sobre las dificultades de la negociación que en estos momentos se centran en las bases de Torrejón de Ardoz y Zaragoza.

El portavoz de Izquierda Unida, Enrique Curiel, extrajo la impresión de que los requisitos del referéndum sobre la OTAN no se iban a cumplir, dado que estamos en la Alinaza Atlántica y las bases norteamericanas se van a mantener. El presidente del PDP, Javier Rupérez, se quejó de la ambigüedad del ministro y el portavoz del CDS, José Ramón Caso, calificó la sesión de interesante, pero le restó cualquier carácter espectacular o novedoso. El más conciliador fue el portavoz de AP, Miguel Herrero, el único que aseguró encontrar "información nueva" en la exposición del ministro.