Expolio

Quisiera reflejar desde estas líneas lo que considero un expolio, que hemos sufrido por parte de la Hacienda en nuestra condición de contribuyentes. Somos un matrimonio con un hijo de corta edad, trabajamos los dos cóyugues, no por gusto sino por necesidad, pues con lo que gano mensualmente difícilmente podríamos vivir dignamente en Barcelona. Entre mi mujer y yo percibimos cada mes 157.000 pesetas limpias (yo, 74.000 pesetas; ella, 83.000 pesetas.Ambos trabajamos por cuenta ajena, con nómina e ingresos perfectamente declarados y controlados, y nuestras únicas propiedades, son un piso, que estamos pagando con mucho esfuerzo, y un utilitario. Hacienda debe de creer que somos millonarios o que tenemos una máquina de hacer dinero, pues este año la declaración de renta nos ha salido positiva en 126.000 pesetas, lo cual significa que casi se nos van los ingresos de todo de un mes, después de habérsenos retenido un total de 450.000 pesetas.

Pero esto, con ser malo, no ha sido lo, peor. El pasado 20 de junio, Hacienda nos envió por vía ejecutiva una notificación reclamando 30.000 pesetas por la declaración del año 1979, anunciando que, de no pargarlo, en el plazo de 24 horas nos embargarían el coche. Ante la amenaza, pagué. Luego, con tranquilidad, repasé el expediente y encontré que Hacienda había olvidado un concepto, con el cual, aparte de no pagar, todavía me tienen que devolver dinero. He presentado el consiguiente recurso, pero no tengo muchas esperanzas de que prospere, pese a que los funcionarios que me atendieron señalaron que probablemente la tazón esté de mi parte. Aparte de que no considero ético que, con amenazas, Hacienda cobre en 1987 una deuda de 1979, cuando estadísticamente aquel año sólo hicimos la declaración un 20% de los que debíamos hacerlo-