Spyros Kyprianu: "El punto de vista español sobre Chipre es el correcto"
"El punto de vista español sobre Chipre es el correcto" aseguró ayer a EL PAÍS el presidente de este país mediterráneo partido en dos desde la invasión turca de 1974. Spyros Kyprianu finalizó ayer, con un recorrido turístico por Toledo, una visita oficial iniciada en la tarde del domingo, en el curso de la cual se ha entrevistado con el rey Juan Carlos y el presidente del Gobierno, Felipe González. Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, Georgios lacovou, admitió que la solución del conflicto está lejos y que el principal obstáculo es la política de hechos consumados del Gobierno de Ankara y, más específicamente, la masiva implantación de colonos turcos en el norte de la isla.
En una breve entrevista forzosamente interrumpida por la llegada de los Reyes y de Felipe González al palacio del Pardo, Kyprianu aseguró que, si bien su visita España ha tenido un fuerte componente bilateral, ha puesto un especial énfasis en lo que constituye el principal objetivo de la política exterior de su Gobierno: encontrar el respaldo internacional a sus puntos de vista para reunificar el país. "Buscamos el máximo apoyo", dijo, "no sólo de España, sino también del resto de los países de la Comunidad Europea". Kyprianu es especialmente sensible al hecho de que la reciente petición turca de integrarse plenamente en la Comunidad proporciona a los doce un argumento adicional para presionar a Ankara y forzarla a ser más flexible.Para el ministro chipriota de Exteriores, el tiempo juega en contra de la reunificación, sobre todo cuando se complementa con la política turca de hechos consumados. "En los últimos años, mientras Rauf Denktash [líder de la comunidad turcochipriota y presidente de la autoproclamada República Turca de Chipre del Norte, que sólo reconoce Ankara] hablaba de diálogo, la presencia militar de Turquía en el norte se incrementaba, hasta el punto de que ya supera los 35.000 soldados". Iacovou considera que aún hay un hecho más grave: el aumento del número de colonos llegados a la isla procedentes de Anatolia. "Ahora", asegura, "casi puede decirse que hay un turco por cada turcochipriota".
Desde esta perspectiva, la solución pacífica y negociada parece alejarse cada vez más, y el recurso a la misión de "buenos oficios" del secretario general de la ONU "puede resultar insuficiente", dice el ministro. De hecho, los sucesivos draft documents (borradores de acuerdo) elaborados por Javier Pérez de Cuéllar -el último, en marzo de este año- no han logrado poner de acuerdo a los líderes de las dos comunidades, aunque uno de ellos suscitó en enero de 1985 esperanzas que Denktash y Kyprianu no supieron, o no quisieron, concretar.
Conferencia internacional
El punto en el que siempre se produce el choque es en el de la estructura del futuro Chipre único. La fórmula un país, dos comunidades, dos zonas, dos Estados, con un presidente grecochipriota y un vicepresidente turcochipriota, se estrella siempre ante la exigencia de Denktash de atribuciones máximas para su Estado y derecho de veto para el vicepresidente, y la posición de Kyprianu, favorable a un Gobierno central con fuertes atribuciones.Ahora el Gobierno grecochipriota apuesta claramente, dice lacovou, "por una conferencia internacional", bajo los auspicios de las Naciones Unidas, que supere el tradicional recurso al diálogo directo.
Para Denktash y algunos dirigentes políticos grecochipriotas, Kypri intransigencia, un obstáculo insalvable para la solución del problema. Pero las elecciones celebradas a finales de 1985 han supuesto un respaldo para el presidente, cuyo Partido Demócrata (de centro-derecha) ganó ocho puntos y, con un 27,5%, se convirtió en la segunda fuerza del país. "Ahí quedó demostrado", dice el ministro de Exteriores, "que la política de Kyprianu tenía un amplio respaldo popular". La próxima apuesta se jugará el próximo mes de febrero, cuando se celebren comicios presidenciales.
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