El democristiano Goria, ministro de Hacienda, encargado de formar nuevo Gobierno en Italia

El ministro de Hacienda, Giovanni Goria, democristiano, de 45 años casado, padre de dos hijos, nacido en Asti, provincia de Piamonte, subió ayer noche las escaleras del Quirinal para recibir de manos del jefe del Estado, Francesco Cossiga, el encargo de formar un nuevo Gobierno.

La designación de Goria ha sido el fruto de un difícil y delicado compromiso dentro de la Democracia Cristiana tras el veto puesto por el partido socialista de Bettino Craxi a la candidatura de Ciriaco de Mita, secretario democristiano. Se ha tratado de una sorpresa para el propio Goría, quien se hallaba fuera de Roma y no pudo llegar a la cita del Quirinal a las siete y cuarto de la. tarde, como estaba previsto.El pulso entre la Democracia Cristiana, partido de mayoría relativa, y el partido socialista, que se ha reforzado con tres puntos en las últimas elecciones, ha hecho muy difícil a Cossiga la designación del candidato. Imponer la candidatura de De Mita contra la voluntad del partido socialista hubiese supuesto declarar una guerra. Y para la misma Democracia Cristiana, quemar a su primer hombre en un enfrentamiento con Craxi hubiese sido igualmente peligroso.

El compromiso

Por eso Cossiga ha optado por un compromiso: ha designado a un hombre de De Mita, dejando en la cuneta a los dos personajes más gratos al partido socialista: Giulio Andreotti y Arnaldo Forlani, actual presidente democristiano, ambos filo socialistas.Las primeras declaraciones de los partidos han sido más bien frías, lo mismo que la de los sindicatos, ya que en realidad Goria es Un hombre ligado a los ambientes empresariales. Pero, al mismo tiempo, justo en estos días estaba en pie una polémica entre el joven ministro y la Confindustria (la entidad empresarial italiana) con motivo de la tesis formulada por la empresa privada de una posible devaluación de la lira.

El ministro Goria había alegado que tal tesis, cuando la industria de Italia está en plena forma, sería simplemente "una locura".

La primera impresión es que esta designación de Goria, que podría concluir rápidamente con la formación de un nuevo Gobierno, en realidad significa sólo una fase transitoria en la dura pelea política entre De Mita y Craxi, aunque el hecho dé que el secretario socialista haya conseguido por el momento frenar la subida de De Mita a la presidencia del Gobierno puede ser visto por la opinión pública como una nueva victoria del empuje socialista, capaz de condicionar con sólo el 14% de los votos a la misma Democracia Cristiana, partido que obtuvo en las últimas elecciones el 32% de los consensos.

Como se preveía, la nueva legislatura ha empezado mal y con mayores dificultades que la anterior, lo que indica que las elecciones, en vez de resolver los problemas, lo que han hecho ha sido agravarlos, agudizando la pelea entre democristianos y socialistas.

Ésta es una pelea que seguirá dando mucho juego, incluso durante el próximo otoño, si es que se consigue formar ahora un Gobierno. Los ánimos están tan tensos que podría aún haber sorpresas.