La diarrea del viajero

El rigor del calor estival es uno de los factores desencadenantes de la gastroenteritis aguda, y ello lleva, no sólo a los médicos, sino también a los veterinarios a alertar a la población para que tome precauciones tanto en la manipulación (cuidados en la higiene personal) como en la conservación de los alimentos (no romper la cadena del frío hasta su consumo).Así lo han puesto de manifiesto los veterinarios en el primer curso sobre Higiene de los alimentos, patrocinado por el Consejo General de Colegios de Veterinarios, que se ha celebrado recientemente en Madrid.

Los alimentos más frecuentemente implicados en las enterocolitis infecciosas son los derivados del huevo y pastelería. El germen más frecuentemente que interviene en estos procesos es la salmonella, y los animales más frecuentemente contaminados por la salmonella son las aves.

Incubación

Las enfermedades diarreicas agudas presentan un período de incubación variable, dependiente del germen responsable, tras el cual se instaura brusca o progresivamente el cuadro clínico, que suele caracterizarse por borborigmos, dolores abdominales tipo retortijón y deposiciones líquidas.

En algunos casos se añaden otros síntomas, como náuseas, vómitos, fiebre y presencia de moco, pus o sangre en las heces, síntomas estos últimos que deben poner en alerta. En la mayoría de los casos el cuadro es benigno y autolimitado, remitiendo los síntomas en pocos días.

Entre las conclusiones a las que han llegado expertos en salud alimentaria de las comunidades autónomas que se reunieron hace pocos días en la Escuela Nacional de Sanidad destaca la petición a las autoridades sanitarias de que se armonice la legislación de las distintas comunidades autónomas en materia de higiene de los alimentos, así como la adecuación de la reglamentación técnico-sanitaria española con la de la CEE.

Los expertos hicieron también hincapié en que la higiene e inspección de los alimentos es competencia y responsabilidad de Salud Pública y no de Consumo. Es muy frecuente que las diarreas agudas sean tratadas por el mismo paciente o por un familiar o amigo, empleando generalmente fármacos antidiarreicos o antibióticos, medicamentos que son muchas veces tan inútiles como perjudiciales.

En general, y en ausencia de indicación por parte del médico tanto los medicamentos sintomáticos como los antibióticos no deben utilizarse en el tratamiento de las gastroenteritis agudas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda como principal medida terapéutica ante una diarrea aguda sin complicaciones importantes la rehidratación por vía oral para reponer los elementos perdidos en las heces. Para ello hay que preparar una disolución que contenga, por litro de agua pura, 1,5 gramos de cloruro potásico, 2,5 gramos de bicarbonato sódico, 3,5 gramos de cloruro sódico y 20 gramos de glucosa.

Existen preparaciones comerciales que contienen estas proporciones. La presencia de glucosa en esta solución permite que la absorción en el intestino del agua y electrolitos que se ingieren pueda equilibrar las pérdidas simultáneas que se producen por la diarrea.

Una manera alternativa y doméstica de obtener una solución aproximada es añadir a un litro de agua un cuarto de cucharada de café de cloruro potásico, media cucharada de café de bicarbonato sódico, media cucharada de café de cloruro sódico y dos cucharadas soperas de glucosa o cuatro cucharadas soperas de sacarosa.

Durante las primeras horas del cuadro diarreico en adultos y niños mayores suele observarse una pausa alimentaria completa o al menos de la leche y productos lácteos, ya que éstos pueden empeorar los síntomas.

Leche fresca

Los técnicos en higiene alimentaria de las autonomías han señalado que en las condiciones actuales de producción es un riesgo para la salud humana que, al amparo de la legislación vigente, se venda leche cruda envasada, aunque ésta proceda de explotaciones calificadas como ganaderías diplomadas.

Así pues, estos expertos abogan por la prohibición de la venta de esta leche, así como la de leche a granel, recomendando que la leche debe comercializarse pasteurizada. En cuanto a los productos cárnicos, resaltaron la competencia del Estado en materia de finalizadores (residuos en los productos cárnicos).

El director general del Real Departamento de Zoonosis de la Escuela Nacional de Sanidad ha señalado como razonable la puesta en marcha de un Programa Nacional de Prevención y Control de la Salmonellosis en nuestro país, dado que la mayoría de los brotes infecciosos de origen alimentario que suceden en España está producida por salmonellas (sobre todo por salmonella enteritidis).

En este programa sería esencial la colaboración del sector de hostelería y el sector familiar, por estar ambas áreas frecuentemente incriminadas en los brotes humanos y tener una información sanitaria deficiente