La incorporación al trabajo de las mujeres madrileñas es mínima
La falta de reparto en las tareas domésticas entre las parejas y la desigualdad de funciones de la mujer a nivel social y laboral con respecto al hombre son algunas de las conclusiones de un estudio sociológico realizado por la Asociación de Mujeres Progresistas por la Igualdad. El estudio, que ha sido financiado por el Servicio de Bienestar Social de la Comunidad de Madrid, se ha realizado entre 1.500 mujeres de edades comprendidas entre los 16 y 60 años. El nivel de confianza es de un 95%, con un margen de error del 2,8%.
La incorporación al mundo del trabajo de la población femenina es todavía insuficiente. El 61 % de las mujeres de la comunidad de Madrid que trabajan por cuenta ajena lo hacen en el sector servicios y un 18% está empleado en la Administración; un 14% trabaja en la industria, y un 3%, en la agricultura, según el estudio realizado por la citada asociación. El 54% de las que trabajan lo hacen en categorías inferiores de personal subalterno o auxiliar administrativo, y sólo un 9% tiene puestos de jefatura o cargos de dirección. El estudio destaca que la mujer, aunque tenga estudios medios o superiores en un gran porcentaje ocupa puestos de auxiliar administrativo.El 88% de las mujeres casadas de la región son amas de casa, aunque un importante número de las mismas realiza trabajos inmersos en la economía sumergida, y la mayor parte de las solteras busca su primer empleo.
En lo que respecta a las tareas del hogar, no se observa según el mismo estudio, una excesiva participación masculina. El 65%. de las entrevistadas realiza todas las labores domésticas y sólo un 5% cuenta con la ayuda de los hombres. Las que viven en pareja no legalizada son las que reciben mayor ayuda por parte del marido o compañero.
Un 37 del total de la muestra declara vivir con su pareja de forma no legalizada y otro 3% se encuentra separada o divorciada. Entre las mujeres de la región se observa una tendencia a contraer matrimonio en edades tempranas (el 50% se casa antes de cumplir los 26 años).
El 71% del sector femenino encuestado considera que la relación sexual satisfactoria es necesaria para conseguir la unión de la pareja; las divorciadas especifican que la satisfacción sexual es necesaria para el equilibrio personal.
El mayor nivel de formación cultural ha provocado un mayor control de la natalidad y el uso de métodos anticonceptivos. Un 79% de las encuestadas conoce dichos métodos, aunque sólo un 39% los utiliza. Las de edades comprendidas entre los 26 y 35 años son las que mayor conocimiento tienen del tema, y las que desconocen estos métodos son las que viven en un entorno social deficiente.
Las solteras utilizan anticonceptivos sin mediar reconocimientos médicos, aconsejadas la mayor parte por amigas. El método más utilizado es la píldora, con un 27%, seguido del dispositivo intrauterino (DIU), en un 6%. La utilización de preservativos ha aumentado de un 5% en 1978 a un 12% en este año. Entre el grupo de mujeres de 36 a 45 años se encuentra el mayor porcentaje de personas que se han ligado las trompas.
La vasectomía, sin embargo, es un método casi nunca utilizado por los hombres. El porcentaje de los que se han sometido a esta operación para no tener hijos no llega al 1%. Las féminas con problemas económicos y un bajo nivel cultural son las que más se han ligado las trompas; por el contrario, en la vasectomía son los hombres con ingresos superiores y un nivel de estudios elevado los que se han operado.
Las primogénitas
Sólo un 7% de las mujeres encuestadas ha realizado estudios superiores, y el 11 % sólo sabe leer o son analfabetas. Dentro de la propia familia, son las hermanas primogénitas las que presentan un mayor índice de analfabetismo. En las familias numerosas, las mujeres son, sacrificadas intelectualmente y dedicadas al cuidado familiar y de la casa.Los niveles más bajos de. instrucción se sitúan en personas mayores de 46 años. Y son las que viven con pareja o las divorciadas las que tienen una formación cultural superior al resto de las mujeres que tienen un estado civil más convencional. El 54% de las encuestadas no continuó los estudios después de los 18 años, y sólo un 21% estudia en la actualidad y se decantan por la enseñanza, facultades de Letras, Medicina y Farmacia.
El nivel de conocimiento y utilización de los servicios dedicados a la mujer es bajo. Sólo un 28% tiene información, y el más conocido es el de planificación familiar.
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