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Celeridad en las demoliciones en Riaño

Rocío García

El alcalde de Riaño, Huberto Alonso, fue puesto en libertad ayer por la mañana por el juez de Cistierna, tras su detención el día anterior por la Guardia Civil cuando trató de oponerse a los trabajos de demolición que se están realizando en el pueblo. También ayer un fuerte contingente de guardias civiles ocupó las calles de Riaño, sin que se produjeran enfrentamientos con los vecinos. Los trabajos de demolición se agilizaron durante todo el día, alcanzando la cifra de 12 inmuebles, en medio de escenas de tristeza entre los vecinos, algunos de ellos de edad avanzada.

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Huberto Alonso fue puesto a disposición judicial a las 10.30 horas de ayer y, tras prestar declaración, en presencia de su abogado, ante el juez de Cistierna, Teodoro González, fue puesto en libertad. Huberto Alonso, de 32 años, miembro de Cacor (comisión de Afectados de la Comarca de Riaño), que se presentó encabezando la lista del CDS, pasó la noche en el calabozo de Cistierna. El alcalde permaneció esposado tanto en el trayecto de traslado de Riaño a Cistierna, como del depósito judicial al edificio del juzgado ayer por la mañana.Alonso calificó de ilegal su detención. En un tono abatido y triste, afirmó que "la fuerza no la tenemos nosotros, sino la Guardia Civil". "Mi detención ha sido un acto de prepotencia del delegado gubernativo", dijo Asimismo, Alonso presentará una querella criminal contra el gobernador civil de León, Antonio Hernández Pérez, y contra el delegado del Gobierno en esta comunidad, Domingo Ferreiro, por la detención sufrida.

Por otra parte, continuaron ayer los trabajos de demolición con una mayor rapidez que el día anterior, y siempre estrechamente vigilados por miembros de la Guardia Civil, provistos de material antidisturbios. Únicamente un joven, llamado Víctor, y perteneciente a una asociación ecologista de Valladolid, fue detenido y conducido al cuartelillo de la Guardia Civil, tras ponerse delante de una pala excavadora que se disponía a demoler un edificio. Grupos de jóvenes, en su mayoría ajenos a Riaño, volvieron a encaramarse a los tejados.

Los dos heridos, Jesús Álvarez Valbuena, y Carmen Sopeña, por pelotas de goma lanzadas por la Guardia Civil, continuaban ayer hospitalizados en León, donde se recuperaban de sus heridas. El tercer herido, Javier Sierra, fue dado de alta la misma tarde del martes.

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