Pinochet nombra nuevo ministro del Interior al 'duro' Sergio Fernández
El general Augusto Pinochet nombró ayer ministro del Interior a Sergio Fernández, quien ya ocupó ese cargo entre 1978 y 1982, en un reajuste ministerial que afectó siete carteras. El reemplazo del ex ministro del Interior, Ricardo Garcia (quien pasó a Relaciones Exteriores) por Fernández es el más signíficativo y la clave de los cambios, que afectaron además de los ministerios ya mencionados a Educación, Transportes, Economía, Bienes Nacionales, y a la Secretaria General de Gobierno.Sergio Fernández, un duro dentro del régimen, que mandó a dirigentes democristianos al exilio, retornó al Gabinete para encabezar la campaña que busca prolongar la permanencia de Pinochet en el Gobierno después del plebiscito de 1989. Fernández tiene experiencias electoral: fue ministro durante el plebiscito de 1980, considerado fraudulento por la oposición, en que se aprobó la actual Constitución. Éste es el segundo reajuste ministerial que Pinochet realiza en lo que va de año.
Pinochet está buscando el equipo de trabajo ideal que le pueda acompañar en la campaña para mantenerse en el poder tras el plebiscito de 1989. El general necesita un Gabinete que le ayude a conseguir votos y respaldo para afrontar la reticencia de tres de los cuatro miembros de la Junta de Gobierno a nombrarlo candidato presidencial.
El reajuste ministerial ha sido una aspiración del gobernantee desde hace meses, aunque no lo pudo concretar antes al no encontrar los nombres apropiados.
En materia interna, Pinochet quiere un equipo que, simultáneamente, defienda las realizaciones del Gobierno, ataque a los políticos que representan, según él, un retorno "al pasado demagógico" y formule un programa con vistas al futuro.
Pinochet dijo el lunes, al promulgar el Código del Trabajo, que "no vamos a permitir la preIsencia de aventureros que con fines populistas o con socialismos trasnochados nos lleven al retraso y a la miseria".
En Exteriores, una de las áreas que más cambios ha tenido durante la dictadura, el objetivo -hasta ahora no conseguido- es mejorar la imagen del régimen y romper el aislamiento internacional para que otros Gobiernos comprendan "los avances realizados a pesar de la amenaza marxista".
Pinochet ha iniciado también cambios en el alto mando del Ejército antes de que quede constituida la junta calificadora de generales.
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