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Una araña con mucha tela

David Bowie teje y desteje una gira por 100 ciudades

La gigantesca araña nocturna se empieza a iluminar cuando cae la noche. En cada una de sus presentaciones hay una media de 50.000 personas esperando el despertar del insecto. Cada minuto del espectáculo ha sido diseñado para mantener la atención del público. La gira de la araña de cristal trae a David Bowie por primera vez a España. Mañana actuará en el estadio Vicente Calderón, de Madrid, y los días 7 y 8, en el miniestadio del Barcelona. Bowie tiene 40 años, y percibirá cerca de 120 millones de pesetas por cada uno de los tres conciertos que dará en España.

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La gira de la araña de cristal que está llevando David Bowie por cerca de 100 ciudades tiene sus pequeños riesgos. Ya ha tenido que aparecer con pequeños rasguños en la cara, posiblemente a causa de los saltos acrobáticos en el escenario, para no hablar de las magulladuras que puede ocasionarle el estar suspendido de una cuerda a 20 metros de altura, subir y bajar de los andamios, fingir peleas callejeras con supuestos maleantes o reñir con una chica que no se deja meter mano por el ídolo, amén de un posterior fogoso baile con la niña que apoya dulcemente su pie en el hombro del cantante.Todo eso puede resultar muy peligroso si se repite con la frecuencia con que lo hacen ellos, pero así es la diversión, así es el negocio, y, como dicen, el espectáculo debe continuar. De todas maneras, David Bowie parece estar en excelente estado físico a sus 40 años, y los cerca de 120 millones de pesetas que ganará en cada uno de sus tres conciertos en España podrán servirle para comprar muchas tiritas.

La gira incluye 100 ciudades en todo el mundo durante seis meses. Hace unas semanas recibió la confirmación del permiso para actuar en la Unión Soviética. Según declaró entonces, ésta es la gira con la que jamás se había atrevido a soñar, y su financiación, aunque patrocinada en parte por Pepsi-Cola, le está costando "millones..., millones" de su propio bolsillo.

Mientras se hacían los primeros ensayos de este espectáculo, los locales contratados tenían una capacidad aproximada de 5.000 a 10.000 personas. Luego apareció el álbum Never let me down y el single Day in day out, y el aforo previsto fue subiendo espectacularmente. Cuando aceptaron participar en el US Festival, Bowie dijo: "Muy bien, ¿cuántos serán: 40.000 o 50.000. El promotor dijo: "No, serán unas 300.000 personas".

Como las fechas de actuación son, en su mayoría, muy próximas, hay un constante movimiento del equipo. En realidad, hay dos arañas, cada una con un equipo de 1.000 luces; 150 personas están en perpetuo desplazamiento con 40 camiones y seis autobuses equipados. Mientras una araña teje su invisible tela de cables eléctricos y andamios, la otra araña desteje la suya para llevarla a otra ciudad.

Dos gigantescas Penélopes que se preparan cada día para recibir a su diminuto Ulises durante las dos horas y 10 minutos del espectáculo.

Ya han sido reservadas plantas enteras en los más lujosos hoteles de las ciudades donde actúan, y en todos ellos hay una norma muy estricta: no molestar a la estrella. Rodeado de silenciosas frutas frescas y cantidades navegables -es un decir- de agua de manantial, Bowie permanece aislado de todo y de todos durante los pocos momentos de reposo de la gira.

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