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Raúl Morodo presentó su último libro, una evocación de Tierno Galván

Andrés Fernández Rubio

El último libro de Raúl Morodo, Tierno Galván y otros precursores políticos, publicado por Ediciones El País, fue presentado ayer en el Ateneo de Madrid por José Luis L. Aranguren, Elías Díaz, Luis González Seara y Pedro de Vega.Aranguren se refirió elogiosamente al libro de Morodo, en el que se analizan críticamente algunos de los precursores y clásicos más significativos de la democracia y del fascismo europeo y español. La primera parte se ocupa de precursores europeos como Montesquieu, Diderot y Rousseau, además de otros nombres, de Costa, Azaña, Ortega, Madariaga y Araquistáin, a Carl Schmitt y Oswald Spengler, pasando por Marinetti y Pessoa.

Salvo la alocución de Luis González Seara, que se refirió al poeta portugués Pessoa, a quien definió como "un gran artista de derechas", los demás profesores que hablaron -incluido el propio autor-, se centraron en la figura de Enrique Tierno Galván, a quien se dedica la segunda parte del volumen de Morodo, quien tuvo durante casi 30 años relación -"de discípulo a maestro", según dijo- en lo político y lo humano, con el fallecido alcalde de Madrid.

Aranguren se detuvo en el barroquismo de Tierno, que se manifestó en sus años de alcalde de forma lúdica, a través de los bandos, y en la etapa franquista -"etapa de escepticismo y de cierto gusto por la simulación"-, como un pretexto de su pensamiento "tacitista".

Elías Díaz criticó amablemente al autor por su insistencia a lo largo del libro en el carácter anarquista-libertario de Tierno, por cuanto no se manifestó en su actividad política, "de unión de la teoría y la praxis". Para Díaz, la definición de Tierno sería la de .socialista democrático".

Pedro de Vega echó de menos en el libro un prólogo que explicase la línea argumental y habló de Tierno Galván como ejemplo de intelectual que "en un momento de hibernación cultural se compromete con sus propias ideas y mediante una ética de responsabilidad las intenta aplicar en una acción política".

Sobre la carencia de prólogo adujo Morodo que su libro pretende ser una novela policíaca, "porque todos intentan encubrir y casi todos son fingidores". Dijo que Tierno siempre "sirvió de revulsivo para la cultura española", y haciendo homenaje a la elegancia humanista del viejo profesor, citó un texto que contiene la frase: "distante en lo esencial, próximo en lo accesorio".

La presentación fue interrumpida poco después de comenzar por una amenaza de bomba. Tras la intervención de Aranguren, el presidente de la institución, José Prat, informó de un aviso de colocación de un "artilugio" -que luego resultó ser falsa-, y decidió desalojar el edificio. La calle del Prado se convirtió así durante casi una hora en una escena costumbrista, con corrillos formados por intelectuales, políticos y ciudadanos.

"Tierno convoca a la gente en la calle incluso después de muerto", decía Raúl Morodo, mientras políticos como Joaquín Ruiz Giménez, Eduardo Punset e Iñigo Cavero, escritores como Umbral o filósofos como Javier Muguerza, transitaban por la calle del Prado.

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