_
_
_
_
_

Fernández Ordóñez afrontará en Rabat las reivindicaciones sobre Ceuta y Melilla

El ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, inicia esta tarde una visita oficial a Marruecos cuyo contenido fundamental gira en torno al replanteamiento o la insistencia que los marroquíes pueden hacer de su permanente reivindicación de Ceuta y Melilla. La segunda dimensión del viaje tiene un carácter económico, en vísperas del vencimiento del acuerdo pesquero hispanomarroquí, que a partir del 1 de agosto tendrá que enmarcarse en el ámbito de la Comunidad Europea.

A menos de un mes de que concluya el plazo del acuerdo pesquero, Marruecos todavía no ha dado señales a Bruselas sobre sus intenciones en torno al aumento económico del canon y a la disminución del volumen de pesca. Si el 1 de agosto no se ha firmado el acuerdo, como parece probable, la flota pesquera integrada por unos 700 barcos de Andalucía y Canarias, de los que dependen directamente unas 150.000 personas, tendría que ser amarrada, con el desgaste económico y social que ello puede presuponer.El jefe de la diplomacia española viaja acompañado de una delegación que incluye al secretario general de Política Exterior, Máximo Cajal; el director general de África, Jorge Descallar, y una importante representación económica encabezada por el secretario de Estado para las Relaciones con la CE, Pedro Solbes.

Antes de regresar a Madrid se espera que el ministro español sea recibido en audiencia por el rey Hassan II, como suele ser habitual en visitas de este nivel. Peto, como también es habitual, ayer no se tenía todavía confirmación alguna de la audiencia real, ni del palacio donde ésta pueda tener lugar. Podría ser Marraquech, Fez o Casablanca, depende de donde se encuentre el monarca alauí.

El ministro español ha calificado su visita a Rabat como "un paso más en el diálogo político y económico entre los dos países, tanto en el plano bilateral como en el comunitario y en el multilateral". Fernández Ordóñez, en conversación con este periódico el miércoles en Estrasburgo, dijo que su viaje se inscribe dentro de los contactos que desea mantener cada seis meses con su homólogo marroquí (Filali estuvo en Madrid en noviembre). "Es la normalidad del diálogo lo que pretendemos", añadió el ministro, "y en segundo lugar, como doctrina fundamental entre países vecinos, hay que tratar de que las diferencias no impidan una relación que se quiere que sea buena entre los dos países".

Fernández Ordóñez declinó comentar si durante su viaje se va a plantear el tema de Ceuta y Melilla o si puede surgir algún documento en línea con la célula de reflexión sobre el futuro de las dos plazas españolas.

En relación con el contencioso de Ceuta y Melilla, en medios diplomáticos españoles se señala que, ante la crispación en que se encuentra el tema de Gibraltar, no parece que sea éste el mejor momento para que los marroquíes hagan sugerencias o presiones en torno a su reivindicación de las dos ciudades norteafricanas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

El otro gran tema en la agenda hispano-marroquí tiene un contenido eminentemente económico. El 31 de este mes expira el acuerdo de pesca suscrito hace cuatro años entre los dos países, que permitió faenar a unos 700 barcos españoles en aguas marroquíes, con unas compensaciones económicas y financieras que totalizan 550 millones de dólares. A partir del 1 de agosto el nuevo convenio pesquero será entre Marruecos y la Comunidad Europea, aunque los grandes beneficiarios sigan siendo los pescadores españoles. En medios comunitarios se señala que Rabat todavía no ha contestado a los requerimientos de la CE para iniciar las negociaciones del acuerdo. En principio se cree que empezarán a mediados de este mes, pero se duda que para el 1 de agosto hayan concluido, una situación que podría suponer el amarre obligatorio para la flota española, si no se consigue una prórroga temporal, que estaría condicionada al clima político de las conversaciones. En el supuesto de que la flota tuviera que ser amarrada temporalmente, el coste económico subsiguiente correría a cargo de fondos comunitarios.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_