Rosario de espaldas

A. R. Rosario, la segunda ciudad de Argentina, le vuelve la espalda a la Copa América. Casi podría decirse que hay una consigna de ignorarla. A Rosario le ha caído el grupo con menos interés: Paraguay, Bolivia y Colombia. Al primer partido, finalizado 0-0 entre Paraguay y Bolivia, apenas asistieron 3.000 personas.

Rosario terminó el campeonato argentino en plena euforia de fútbol. El primer equipo de la ciudad, el Rosario Central, fue el campeón y el Newell's Old Boys, elotro, fue el segundo. Los leprosos y canallas, como se reconocen recíprocamente sus hinchas, discuten todavía apasionadamente sobre el tramo final del campeonato e ignoran esta Copa América que entienden ha enviado una representación indigna de la ciudad. Para aumentar el aislamiento del torneo en Rosario se ha sumado otro factor, el de la venta en exclusiva de los derechos de radio a la emisora Radio El Plata de Buenos Aires. Ésta pretendió cobrar 20.000 dólares por los derechos de transmisión a las emisoras locales de Rosario y ninguna los ha querido.

En el primer partido del grupo, Paraguay, con varios jugadores que están o han estado en España -el meta Roberto Fernández, el delantero Hicks y el medio Munes, de gran despliegue físico-, jugó bastante mejor que Bolivia, pero no atinó en el remate. Fue un partido de inequívoco aire suramericano, con mucho toque, cierta lentitud y entretenido, aunque el fútbol así jugado termina por hacerse largo. Paraguay, sin embargo, confirmó que es el mejor del grupo.