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La heroína adulterada, causa de la muerte de una sexta parte de los 35 'yonquis' fallecidos

Una mujer de 32 años, Adoración Rubio, que ingresó cadáver el domingo en el hospital Primero de Octubre, es la víctima número 35 por culpa de la heroína en Madrid durante este año. Al menos una sexta parte falleció por adulteración de las dosis, según datos oficiales. La pureza de la droga ha disminuido hasta el 5% en el mercado ilegal. La heroína se corta con cualquier producto, desde estricnina hasta polvo de ladrillo.

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El precio se mantiene estable desde hace años

Adoración Rubio falleció en la madrugada del domingo poco después de inyectarse heroína en su domicilio, en la calle de Eduardo Rivas (Carabanchel) según informó la Jefatura Superior de Policía. Poco pudo hacer su hermana, que bajó a la calle y avisó a un coche patrulla.Cuando llegaron los agentes, Adoración Rubio se encontraba en muy mal estado, causado por una probable adulteración o sobredosis. Adoración falleció camino del hospital Primero de Octubre. Su antebrazo conservaba las huellas de innumerables pinchazos.

Con la víctima de ayer, han perdido la vida en Madrid 35 yonquis -tres en la última semana- en lo que va de año, según los datos oficiales. Para la Coordinadora de Madres contra la Droga, las cifras reales se triplican, "pero las familias prefieren ocultar esta desgracia".

Según fuentes de la sección regional de estupefacientes, la policía ha comprobado que cinco personas, de las 35 que han fallecido en lo que va de año, hicieron claramente su último viaje con droga adulterada.

La cifra puede ser más alta, ya que algunas muertes atribuidas a meras sobredosis tienen su origen en mezclas, aunque no se pudo constatar en la autopsia. La pureza de la papelina ha bajado en los últimos años de un 10% a un 5%.

Desvío del tráfico

Las denuncias de la Coordinadora de Barrios y la Operación Primavera, según responsables de la sección regional de estupefacientes, distan de haber dejado desabastecido el mercado madrileño. Sin embargo, esa doble pinza ha repercutido en el tráfico callejero: la venta de droga en pisos se ha desviado hacia los poblados de chabolas, como el Rancho de El Cordobés, la Huerta del Hachero o la Cruz del Cura.

En ellos, los traficantes gozan de relativa impunidad: "Están alejados de centros urbanos, no puedes averiguar quiénes son los inquilinos porque no están censados y, como lo que tienen son pequeñísimas cantidades, pues no se puede muchas veces demostrar que se dedican al tráfico", afirma el responsable del grupo regional antidroga.

Rara vez se dispone de pistas para averiguar dónde adquirió el heroinómano su última dosis. Fuentes policiales aseguran que es casi imposible deslindar entre ignorancia o voluntad asesina del traficante. Muchos desconocen los efectos del adulterante. Vale lo primero y lo más barato que encuentran: glucosa, bicarbonato, ladrillo en polvo, blanco España.

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