El nuevo proyecto de decreto sobre el tabaco reduce el contenido de nicotina y alquitrán
El Consejo de Estado recibió ayer el proyecto de real decreto, elaborado por el Ministerio de Sanidad, que regula la venta y uso del tabaco. El borrador del futuro texto legal -el sexto en algo más de un año- especifica los lugares públicos donde está prohibido fumar, así como los nuevos límites al contenido de nicotina y alquitrán de los cigarrillos. Anualmente se producen en España 30.000 defunciones por enfermedades que tienen el tabaco como agente causal.
La prohibición casi absoluta de la publicidad de las marcas de tabaco en los medios de comunicación -especialmente en televisión-, que se recogía en anteriores borradores, ha quedado ahora relegada a unos acuerdos que está preparando el Ministerio de Sanidad con la industria tabaquera para que ésta autorregule su publicidad. Estos acuerdos, si bien serían inmediatamente operativos, obtendrían amparo legal en una futura ley de publicidad que el Gobierno está preparando y que abre el canuino a legislaciones especiales en los casos de productos nocivos, tóxicos venenosos, estupefacientes, psicotrópicos, tabacos, alcohol y productos farmacéuticos.El texto del proyecto de real decreto, tras el dictamen del Consejo de Estado, será revisado por la comisión interterritorial, en la que están representadas todas las comunidades autónomas, y después pasará, para su aprobación, al Consejo de Ministros. No se espera que sea aprobado antes de mediados del mes de septiembre.
El texto enviado al Consejo de Estado por el Ministerio de Sanidad especifica que todas las labores que se venden en el mercado nacional deberán tener, antes de cinco años, contenidos de alquitrán inferiores a 15 miligramos, y de nicotina, no superiores 1,3 miligramos. En la variedad. de las labores calificadas como "bajas en alquitrán y nicotina", los niveles admitidos serán, respectivamente, de 10 y 0,8 miligramos.
Sexto borrador
En el último año, el Ministerio de Sanidad ha elaborado seis borradores distintos de este decreto. El último de ellos recoge y amplía las distintas reglamentaciones dictadas hasta ahora, excepto aquellas que hacen referencia a la publicidad. Una de las novedades consiste en la creación de una comisión de tabaco y salud con objeto de impulsar la lucha antitabáquica y elaborar programas de educación sanitaria.En cuanto a las prohibiciones, se mantienen básicamente las vigentes hasta ahora, aunque todas las fuentes coinciden en que su nivel de cumplimiento es muy bajo. La mayoría de las normas protegen específicamente a los menores de 16 años, mujeres embarazadas y no fumadores. Para garantizar su cumplimiento, se introduce la obligatoriedad de que exista un libro de reclamaciones en aquellos lugares donde no se permite fumar, como hospitales, transportes, cines, grandes almacenes, bares y colegios.
En marzo de 1986, siendo ministro de Sanidad Ernest Lluch, ya se anunció la aprobación, "en el plazo de un mes", de un decreto consensuado con el Ministerio de Hacienda y con Tabacalera, según Miguel Ángel de la Cal, director general de Salud Pública, en aquel momento, pero con la oposición de la Asociación de Publicistas. Según fuentes del Ministerio de Sanidad, el adelanto de las elecciones legislativas y el posterior cambio del titular del departamento han retrasado hasta ahora la elaboración definitiva del decreto.
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