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La URSS lleva a cabo un primer experimento limitado de elecciones con candidatos múltiples

Pilar Bonet

Millones de personas acudieron ayer a las urnas en la URSS para votar en las elecciones de los consejos locales (especie de ayuntamientos), que en algunos distritos catalogados como experimentales cuentan con más candidatos que puestos a concurso, rompiendo con ello tímidamente la tradición del candidato único habitual en las elecciones soviéticas. En el distrito experimental de Sudogodski, en la región de Vladimir, a unos 200 kilómetros de Moscú, donde estuvo ayer esta corresponsal, los candidatos no se consideraban competidores ni sabían expresar las diferencias entre sí, pero los votantes parecían apreciar enormemente las cabinas cerradas, con una mesa, una silla y un lápiz para tachar los nombres no deseados en su interior, por donde debían pasar obligatoriamente antes de depositar la papeleta en la urna.

El líder soviético Mijail Gorbachov, que votó con su esposa, Raisa, en el barrio de Krasnaia Presnaia, de Moscú, tranquilizó al salir a los ciudadanos preocupados por la eventualidad del desempleo que pronostican algunos economistas soviéticos como resultado de la modernización y la perestroika (reestructuración) en la economía. A los periodistas occidentales concentrados frente al colegio electoral, Gorbachov les dijo que "los países capitalistas carecen de una política realista" hacia la URS S y que sus dirigentes están preocupados por "no perder la cara" en su actitud ante las propuestas de desarme de Moscú.El experimento realizado ayer afecta a un 4% de los conejos de diputados sometidos a elecciones, que son un total de 52.000 entre consejos de distrito, de ciudades y rurales, y, por tanto, se aplica a 2.080 consejos. Se trata de una versión rebajada de la propuesta realizada por Gorbachov en el pleno del comité central el pasado enero, cuando el dirigente se pronunció por la celebración de elecciones secretas en las estructuras de base del partido comunista. El experimento, en el que no estaban incluidas las elecciones para los juzgados locales, también realizadas ayer, ha de servir de base para la redacción de una nueva ley electoral.

En el pueblo de Barakski, en el distrito de Sudogodski, un total de 690 votantes mayores de 18 años había sido convocado a partir de las seis de la mañana para depositar sus papeletas. Sobre la mesa electoral se encontraban las listas para las elecciones de los consejos regionales y los juzgados, con un solo candidato, y otras para consejos rurales. Se elegían tres consejos rurales, y para cada uno de ellos había una lista en la cual el número de candidatos superaba en una unidad al número de puestos a adjudicar. Así, donde había tres puestos, el número de candidatos era de cuatro. En una lista formada por un chófer, un oficial de la construcción, un director de instituto agrícola y una programadora de ordenadores, uno de los cuatro candidatos no iba a ser elegido como mínimo, ya que los electores tienen la posibilidad de tachar más de un solo nombre e incluso todos ellos.

Los no elegidos, sin embargo, no desaparecen de la escena política local, concentrada en tareas de sanidad, vivienda, alumbrado y mantenimiento de las vías públicas, entre otros servicios. Los rechazados se quedan como "candidatos de reserva", según nos explicaba una funcionaria local. "Si alguno de los elegidos falla, recurriremos a la reserva".

Cabinas con cortinas

Aquí, a una treintena de kilómetros de Vladimir, la antigua capital medieval de la URSS, la gente parecía encantada de las cabinas, de confección local, con cortinas rosas, por las que pasaban para dirigirse a las urnas, no vigiladas por los funcionarios de las mesas. "Antes, las cabinas estaban al lado de la mesa, no tenían cortina y a uno le miraban mal si se metía dentro; así que la gente se sentía inhibida y depositaba el voto tal como se lo daban, sin vacilar", dice Olga Savateeva, vicepresidenta del Ayuntamiento local, cuyo puesto está también en liza.

El economista jubilado Abramov dice no haber tachado a ningún postulante, y considera que el nuevo sistema electoral es "un primer paso para la perestroika". El ingeniero Riazanzev, de 30 años, asegura haber eliminado un nombre que no merece mi confianza". Una chica dice no haber tachado a nadie, y dice que "otros pueden tachar, si quieren, pero yo les doy mi confianza a todos".

Los candidatos son reunidos para hablar con los periodistas llegados desde Moscú. Se refieren a la aplicación del experimento electoral positivamente, pero en ningún momento lo vinculan a unas eventuales necesidades que exigieran esa pluralidad. Todos ven los mismos problemas (vivienda, visitas más frecuentes de los especialistas médicos que se desplazan al pueblo). Lo que distingue a un candidato de otro es "su capacidad individual de actividad", dice Popov, el director del Instituto Agrícola. "Ahora que hay democracia", sentencia Popov, "podernos elegir el mejor de los mejores".

La ciudad de Sudogda, de 13.000 habitantes, en el mismo distrito, tiene cabinas con cortinas rojas. Entre los candidatos locales, también en una cantidad superior en una unidad al número de puestos, se encuentra el policía Vladimir Konnov, a quien apoya la sección local de Ministerio del Interior.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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