Victoria y tragedia
Con una mayoría parlamentaria de más de 100 escaños sobre sus oponentes, la trayectoria de Margaret Thatcher y de sus colegas del Gabinete elegidos por ella parece imparable. Ya puede proclamar que es totalmente fibre de completar su revolución. Su triunfo es incontestable. Pero a un tercer mandato, sea del color que sea, y especialmente a un tercer Gobierno de Thatcher, deben hacerse algunas precisiones. Hay un autoritarismo latente, cierta impaciencia en cuanto a las libertades civiles. Sólo se puede esperar lo mejor y temer lo peor. Mientras tanto, como diría Margaret Thatcher, hay mucho trabajo por hacer, excepto, por supuesto, para los tres millones de parados, que no pueden hacer nada. 14 de junio
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