Reina en un cine encogido
En 1986, cuando finalmente se le concedió el oscar a la mejor actriz, Geraldine Page tenía tras sí una retahíla de nominaciones. Pero en el momento, en que Murray F. Abraham dijo: Ia ganadora es la mejor actriz americana", ya nadie necesitó escuchar su nombre. Sólo ella merecía el elogio.Trip to bountiful no era su mejor película; tampoco era su mejor interpretación, pero podía ser la última oportunidad de hacer justicia a una actriz que reinaba en el teatro pero que debido a su físico era menos apreciada por los productores cinematográficos. Sin embargo, ella era la mejor heroína del Tennessee Williams filmado -antes ya lo fue sobre el escenario-, y memorables eran sus creaciones como Alma en Verano y humo o como Alejandra del Lago en Dulce pájaro dejuventud. En el primer caso era la hija de un pastor protestante que se prostituye para liberarse -sin conseguirlo- de una virginidad fantasmal que la agobia; en el segundo título era una actriz neurótica, algo mayor ya, que teme la llegada del fracaso y protege sus miedos con acompañantes jóvenes y atractivos, como Paul Newman. Son dos trabajos bien diferenciados, más extravertida y paródica su Alejandra del Lago, pero fruto ambas protagonistas de la minuciosa preparación de una profesional formada en el Actor's Studio.
Ford Coppola, cuando rodó su primera película importante -Ya eres un gran chico-, quiso que la madre del protagonista fuese Geraldine Page, y Woody Allen también la elegió como la madre deprimida, elegante y solitaria de Interiores,su primer intento de cine no cómico. Ella se quejó mucho de esta última experiencia -se quejaba de que las orientaciones de Allen eran escasas y confusas, que tan sólo sabía expresar el desacuerdo pero no sus deseos-, pero no cabe duda de que su presencia sirvió de garantía de calidad para cineastas aún inseguros.
Últimamente había renunciado al teatro, a Broadway, porque la disgustaba la atmósfera que hay ahora allí -"el público disminuye continuamente y los costes aumentan tambié,n continuamente"- y prefería colaborar en pequeñas películas, como la ya citada Trip to bountiful o en The pope of Greenwich Village, en un breve papel secundario que le bastaba para sobrecoger el ánimo de los espectadores. Era una reina en un cine que también ha encogido.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.