Los ataques de los tiburones retrasan la instalación de cables submarinos de fibra óptica
Los tiburones sienten una atracción hasta ahora inexplicada por los nuevos cables submarinos de comunicaciones por fibra óptica que preocupa a las empresas propietarias e instaladoras. Los ataques se han producido tanto en el Atlántico como en el Pacífico y han causado retrasos en la instalación de estos cables de alta capacidad.
El problema ha dado lugar a una ola de interés por el comportamiento de los tiburones y hasta el descubrimiento de nuevas especies. La primera prueba del interés de los tiburones por los nuevos cables fue el hallazgo de dientes de estos peces en un tendido experimental en las islas Canarias en 1985. Los tiburones suelen perder dientes al morder y posteriormente les crecen dientes nuevos."Nos vimos sorprendidos", afirma James M. Barrett, de la empresa American Telephone and Telegraph (ATT), propietaria del cable. "Habíamos realizado tendidos submarinos de una longitud total de 100.000 kilómetros por todo el mundo, y nunca se había dado el caso de que un cable resultara mordido".
Los técnicos llevaron los dientes a un especialista para tratar de identificar a los culpables, pero todavía los científicos no se han puesto de acuerdo sobre las especies causantes del daño. Tras haberse presentado el mismo problema en otros tramos situados entre Estados Unidos y Japón, los técnicos piensan terminar con el problema mediante, el recubrimiento con acero del cable de fibra óptica, pero la razón de la atracción de los tiburones sigue siendo un misterio.
Alto coste
El tendido trasatlántico de fibra óptica debía completarse en 1988, pero los ataques de las islas Canarias preocupan a ATT y a las empresas que colaboran en el proyecto, cuyo coste total se estima en 126.000 millones de pesetas. Cada rotura del cable supone una semana de reparaciones, cuesta 300 millones de pesetas y se trata de una operación peligrosa y compleja. Los antiguos cables están hechos de cobre, mientras que los nuevos, mucho más finos, llevan dentro seis finísimas fibras de cristal que pueden transportar hasta 40.000 conversaciones distintas en forma de pulsos de luz.ATT ha puesto en marcha un programa de investigación sobre el comportamiento de los tiburones en colaboración con diversas universidades y laboratorios marinos norteamericanos. En una expedición se lograron pescar centenares de ejemplares, y no sólo de tiburones, algunos de los cuales eran desconocidos para la ciencia. Estos ejemplares han sido donados al Museo Americano de Historia Natural y van a ser estudiados.
Barrett cree que se ha podido dar una combinación de factores en el ataque de los tiburones. Los ataques se han producido en tramos que estaban tirantes, y la vibración producida pudo hacer creer a los tiburones que se trataba de comida. Algunos investigadores creen que puede existir algo extraño en la corriente eléctrica que circula por las fibras que atrae a los escualos. Se ha descubierto recientemente que los tiburones son supersensibles a las señales eléctricas y pueden detectar campos eléctricos muy débiles en el agua.
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