Los 14 supervivientes del 'Goizoldi' llegaron ayer a Las Palmas, horas antes de lo previsto

Los 14 supervivientes del congelador Goizoldi, que naufragó el sábado a 40 millas del noroeste de Nuadibu (Mauritania), llegaron al filo del mediodía de ayer al Puerto de la Luz, de Las Palmas. Los marineros venían a bordo del Ogroñote, uno de los pesqueros que participaron en la operación de rescate de víctimas del artesanal siniestrado.

El Ogoñote atracó en el muelle de Ribera antes de lo previsto, ya que tanto el armador como la consignataria del Goizoldi intentaron, de todas las maneras posibles, que la arribada del barco no fuese conocida por los medios de comunicación.La tripulación superviviente, que una vez en tierra estableció contacto con sus familiares, rehuyó a los informadores y rehusó comentar el accidente. "Por favor, déjennos tranquilos. Nos encontramos bien, pero deseamos estar solos", declaró uno de los náufragos a un redactor de Radio Nacional de España en Canarias, que localizó a los 114 hombres cuando se disponían a almorzar en el buffet de unos grandes almacenes. Nerviosos, vestidos con la ropa de faena y esquivos, los tripulantes del Goizoldi, que emprenderán en las próximas horas viaje a sus hogares respectivos, parecían tener instrucciones de no hablar con los informadores a su llegada al puerto de Las Palmas.

Según fuentes del Instituto Social de la Marina, a los dos cadáveres se les practicó ayer la autopsia en el Instituto Anatómico Forense de esta capital, trámite tras el cual sus cuerpos serán enviados a la localidad de Marín, de donde las dos víctimas, Antonio Iglesias Franco y José Manuel Souto, eran naturales.

Se da la circunstancia de que el padre de José Manuel Souto es jefe de máquinas del pesquero Menchu y conoció la noticia de la pérdida de su hijo a través del capitán del buque hospl[tal Esperanza del Mar.

Por lo que respecta a los padres del marinero Juan Santamaría, cuyo cuerpo no fue rescatado, hay que decir que perdieron la vida hace ahora precisamente un año y en circuristancias también dramáticas.

Regreso de los apresados

De otro lado, los ocho pesqueros canarios que permanecían retenidos en Mauritani;a iniciaron ayer su regreso a España, después de que el embajador español en Mauritania, Manuel Gómez de Valenzuela, y el ministro de Asuntos Exteriores de dicho país africano firmaran el lunes en Nuakchot el documento con el que se resuelve la grave crisis que ha mantenido retenidos a ocho pesqueros artesanales canarios en el puerto de Nuad,ibu desde el pasado día 11 de mayo. Los pesqueros tienen prevista su llegada dentro de tres días, informa Carmelo Martín.Según declaró el lunes el delegado del Gobierno en Canarias, Eligio Hernández, dicho trámite diplomático se vio agilizado durante el lunes (tras un largo puente festivo en Mauritania) gracias a la intervención del ministro español de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordófiez, que había sido solicitada por el presidente del Gobierno autónomo, Jerónimo Saavedra, y el propio representante del Gobierno central en las islas.

Los armadores de los pesqueros apresados bajo la acusación de no cumplir el contrato de fletamento con los empresarios mauritanos (al no descargar las capturas en el puerto de este país, según establecen los acuerdos suscritos) pagarán finalmente unos 32 millones de pesetas como sanción, tras el éxito de las gestiones llevadas a cabo por las autoridades españolas ante las mauritanas, que suponen una reducción del 50% en el importe de las multas. En este acuerdo ha influido el clima de favor hacia el sector pesquero canario, según captaron en Mauritania los propios armadores de Lanzarote que se desplazaron días pasados a dicho país. La citada cantidad de dinero ha sido ya entregada a las autoridades mauritanas.