Las deudas del Insalud impiden la reparación de aparatos de alta tecnología de sus hospitales
Dos hospitales madrileños, el Ramón y Cajal y La Paz, se encuentran congestionados en algunos de sus servicios a causa de las averías que padecen aparatos de alta tecnología, que la empresa de mantenimiento, General Electric, se niega a reparar basándose en la morosidad del Insalud en satisfacer facturas atrasadas, algunas de las cuales se remontan a 1983. Los atrasos globales del Insalud a esta empresa alcanzaron el pasado mes de abril la cantidad de 1.382 millones de pesetas. Los aparatos averiados son un escáner en el Ramón y Cajal y la bomba de cobalto de La Paz.
En el hospital Ramón y Cajal no funciona desde hace días el escáner, comprado en 1976 a otra empresa que quebró en 1980, fecha en la que empezó a hacerse cargo de su mantenimiento General Electric. En La Paz, por su parte, también se encuentra averiada la bomba de cobalto desde el pasado 1 de junio, aparato clave en el tratamiento de enfermos de cáncer.Del mismo modo, el hospital Ramón y Cajal tampoco dispone del papel adecuado para utilizar el aparato de Holter, dedicado a evaluar el estrés, por la sencilla razón de que General Electric no les sirve pedidos. "Prefiero regalarles un paquete de papel a servírselo, simplemente por una cuestión de principio", declara José María Navarrete, vicepresidente de General Electric. La residencia sanitaria Ramón y Cajal adeuda en la actualidad a General Elecric alrededor de 88 millones de pesetas.
No se trata, sin embargo, de un caso aislado, ya que los atrasos globales del Insalud a esta empresa alcanzaron en abril la cantidad de 1.382 millones de pesetas. "El Insalud, en general, es un mal pagador", afirma José María Navarrete, "en diciembre de 1986 me reuní con el director general del Insalud, José Simón, y le hice saber que íbamos a enviar una carta a todos los hospitales deudores anunciándoles que si no pagaban los atrasos no atenderíamos sus peticiones", sigue explicando Navarrete. "Más tarde, en febrero de 1987, asistí a una nueva reunión con los gerentes de algunos hospitales madrileños morosos, entre ellos el Ramón y Cajal y La Paz, en presencia del director provincial del Insalud, Fernando de la Mata, para buscar una solución". Tras el encuentro "surgió el compromiso, aceptado por todos, de que actualizarían sus deudas antes del 14 de abril, fecha que el Ramón y Cajal ha traspasado sin haber cumplido lo pactado", asegura.
José Simón, director del Insalud, se encontraba ayer de viaje, y fuentes de este organismo declinaron hacer comentarios. Sin embargo, Antonio Cuesta, director médico de La Paz, reconoció que el Insalud tiene pagos pendientes con General Electric, pero eludió pronunciarse sobre si esa morosidad iba a suponer una demora en la puesta a punto de la máquina. "Es posible que quieran presionar de ese modo, pero no me consta que haya habido una negativa a prestar el servicio, ya que normalmente suelen tardar varios días en venir'.
Desvío de enfermos
El director médico de La Paz aseguró que se estaba desviando a los enfermos sometidos a radioterapia a otros centros hospitalarios a fin de que no sufrieran retrasos en el tratamiento. Cuesta explicó que "se trata de una máquina bastante antigua, a la que sacamos más rentabilidad de la que se debería, pues la usamos por encima de sus posibilidades". Un promedio de 10 a 15 enfermos hacían uso diario de la misma.
Esta precariedad no se refiere solamente a la alta tecnología. "Los proveedores de mantas, sábanas, gasas y algodones también están escarmentados ante la desidia de los hospitales del Insalud a la hora de pagar", añadió una fuente cercana a tales empresas. "La mayoría de estos proveedores ha decidido no suministrar los pedidos si no los pagan de antemano. Acuden con las furgonetas a la puerta del hospital y sólo descargan el pedido si el hospital satisface la factura".
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