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La policía informa por error de la muerte de un 'yonqui' en sus calabozos

La policía comunicó el sábado por error a los padres de F. M. C., un yonqui de 24 años de edad y enganchado desde hace cinco, que éste había muerto en los calabozos, cuando en realidad el fallecido era, al parecer, otro drogadicto preso en otra comisaría. F. M. C. fue detenido en la madrugada del sábado por haber roto, bajo los efectos del síndrome de abstinencia, los cristales de un vehículo, a la salida del hospital Ramón y Cajal. En el centro no le quisieron ingresar por falta de camas y le administraron dos pastillas de tranquilizantes y una aspirina como tratamiento para el mono.

Sobre las dos de la madrugada del pasado sábado, F. M. C., presa del síndrome de abstinencia, fue llevado por sus padres al Ramón y Cajal para dejarlo ingresado. Según la versión de la familia, le atendió la doctora Moreno -flocalizable ayer-, que alegó que no había camas. La doctora le administró dos pastillas tranquilizantes y una aspirina, y explicó a los padres que eso bastaba. En su informe describía así el estado del joven: "Presenta gran angustia porque ha conseguido una papelina y la ha perdido. Tiene algias generalizadas y taquicardia".F. M. C., cuando sus padres le conducían a casa, se escapó del coche familiar y rompió los cristales de un vehículo estacionado ante el hospital. Los vigilantes del centro le detuvieron. Los padres suplicaron que no le denunciasen y ofrecieron pagar el desperfecto, pero los guardas alegaron que no sabían quién era el dueño del coche. En esta ocasión, atendió al paciente el doctor Chinchilla Moreno, jefe de psiquiatría" ilocalizable ayer. Según los padres, mandó que le inyectaran dos tranquilizantes que le produjeron un efecto inmediato. Este doctor les dijo que no podía evitar que su hijo ftiese detenido, pero que explicaría su estado a la policía. Los vigilantes del hospital trasladaron, a continuación, al joven a la comisaría del Barrio del Pilar, donde permanecía ayer tarde.

El sábado, a mediodía un policía llamó desde la comisaría de Cartagena (distrito de Charnartín) al domicilio de los padres del joven y preguntó si ahí residía F. M. C. La madre replicó que sí. "Su hijo termina de fallecer en los calabozos", le informó el agente. La madre no pudo seguir el diálogo.

Tomó el teléfono el padre y manifestó sus dudas sobre la noticia. "Sí, sí, aquí hay un télex de los juzgados de guardia y nos dicenque tia fallecido en calabozos. Firma el parte de defunción el doctor Chinchilla", replicó el agente.

El padre preguntó, finalmente, por qué le informaban desde esa comisaría si su hijo se encontraba en la del barrio del Pilar. El agente dijo que para verificarlo telefonearía a esa comisaría. El funcionario, al cabo de unos minutos, volvió a llamar a los padres de F. M. C. y les comunicó que había habido un error: el muerto era otro detenido.

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El muerto era otro

Los padres creen que el detenido muerto puede ser otro heroinómano que vieron ingresar, presa del mono, en el Ramón y Cajal. En la comisaría de Cartagena se limitaron a informar ayer que se había producido en los calabozos un fallecimiento en la madrugada del domingo -según los padres la muerte que indujo al error se produjo en la madrugada del sábado- y que todas las circunstancias sobre ese suceso habían sido remitidas al juzgado de guardia, donde ayer declinaron dar datos.Los padres intentaron denunciar a la doctora Moreno, a quien achacan que su hijo acabase detenido al no haberlo ingresado en el hospital o prescribirle un tratamiento eficaz.

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