Los musulmanes que trabajan en los campos del Maresme celebran el fin del Ramadán

Un total de 150 africanos, todos ellos residentes en la comarca barcelonesa del Maresme y pertenecientes a la comunidad musulmana de Cataluña, se reunieron el pasado viernes en el velódromo de Mataró para celebrar el fin del Ramadán. Desde el pasado día 29, los musulmanes han ayunado durante las horas de sol -entre las 5 y las 21 horas-, y al concluir los 30 días del Ramadán prescritos por el Corán, los seguidores del islam celebraron un oficio religioso.

Con las estoras dirigidas hacia la Meca, los africanos rezaron individualmente y escucharon en silencio las lecturas del libro sagrado que realizaron los dos imanes. "Rezamos", declaró a EL PAÍS uno de los participantes, "para pedir suerte, paz y felicidad para todo el mundo, y para dar gracias por haber soportado el sacrificio del Ramadán".Seguir los preceptos del Corán en la sociedad catalana es dificil para los musulmanes que han de soportar "una jornada laboral muy dura en el campo". Los africanos del Maresme también se quejan de no tener un local adecuado para realizar sus prácticas religiosas.

Construirán una mezquita

Momodou Bah Jiminy, presidente de asuntos sociales de la asociación africana Jama Kafo, pidió al Ayuntamiento y a los ciudadanos de Mataró, la capital de la comarca del Maresme, "ayuda para construir una mezquita, o la cesión de un local". Para asistir a este acto, que se celebró el viernes, los africanos tuvieron que pedir fiesta en sus trabajos. En Cataluña viven 25.000 musulmanes y en su mayoría trabajan en el Maresme y en el Segriá, especialmente en explotaciones agrarias, donde, en algunos casos, aún soportan concidiones de vida y trabajo vejatorias. Sin embargo, la vida de estos inmigrantes ha ido mejorando paulatinamente. Con la ayuda de las centrales sindicales los trabajadores africanos han conseguido mejoras sociales importantes.