Paseo sagrado y profano por Barcelona
La arquitectura barcelonesa cuenta con una buena base de partida, con el barrio Gótico restaurado y la catedral, los bulevares y las casas art nouveau diseñadas por Gaudí y sus seguidores. Los planes urbanísticos más recientes se han ido desarrollando sobre esta base, mandando arquitectos y esculturas a barrios menos distinguidos de la periferia que han conseguido que las nuevas edificaciones rezumen buen gusto.En Nueva York hay en estos momentos dos exposiciones sobre Barcelona que, inevitablemente, no rinden justicia a los lugares que tratan de representar. Esto, que se puede decir de cualquier arquitectura, especialmente de aquellos parques más ambiciosos, es la quintaesencia de España, un país que vive en calles, plazas y paseos. Sobre todo el conjunto urbano se encuentra la colina de Montjuïc, con su palacio y la fuente, los jardines y el pabellón de Mies van der Rohe, meticulosamente restaurado.
Pero vaya una sugerencia para mejorar la experiencia turística de España. Además de esculturas, los americanos deberían enviar yuppies a Barcelona, instalarles por un año en el barrio Chino, desalojar a todos los inmigrantes ilegales del norte de África, así como a los terroristas y a las prostitutas. Ofrecer entonces una serie de servicios para los pobres que no hayan cometido delitos y dejar hacer a los yuppies lo que ellos hacen, con naturalidad, con gentileza.
29 de mayo
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