España será el próximo objetivo de la campaña mundial contra el hambre

España será uno de los próximos objetivos de la campaña contra el hambre lanzada por un centenar de premios Nobel a iniciativa de la organización no gubernamental Food and Disarmament (Alimentación y Desarme). La campaña, titulada Sobrevivir, tiene como objetivo la contribución de un 0,1% del producto nacional bruto (PNB) de cada país a programas de recuperación agrícola, lucha contra la desertización y desarrollo en general de las regiones más castigadas del mundo. El premio Nobel de la Paz argentino Adolfo Pérez Esquivel estuvo en París la pasada semana, donde los organizadores de la campaña quieren conseguir la aprobación por la Asamblea Nacional de la cuota de solidaridad con el Tercer Mundo.

El próximo 12 de junio, Sobrevivir ha organizado una gran manifestación nocturna en París, bajolel título de Noche de las antorchas, destinada a sensibilizar a la opinión pública y a los parlamentarros franceses. El texto de las convocatoria dice: "Porque el hambre no duerme, hace falta una ley, que ya 270 parlamentarios se han comprometido a votar: Permitirá recuperar la vida a toda una región africana a través de sus cultivos, carreteras, escuelas, pozos y dispensarios, y devolverla sonrisa a los niños. El 12 de junio, pidamos esta ley".Por el mome nto, 196 diputados y 46 senadores franceses (sobre 577 y 317 respectivamente) se han comprometido a votar una ley destinada a presupuestar 5.000 millones de francos (40.000 millones de pesetas) durante cinc o años con destino a la rehabilitación de los recursos alimenticios de una región. Los parlamentarios ya comprometidos quisieran intentar que la ley entrar a discusión este año, antes de la pausa parlamentaria que provocará la convocatoria de las elecciones presidenciales del próximo año.

Según Enima Bonino, secretaria de Food and Disarmerpent, después de las campañas desarrolladas en Bélgica e Italia, y ahora en Francia, España es el país donde la organización ha percibido un mayor grado de sensibiliación para emprender inmediatamente una campaña destinada a obtener del Parlamento la aprobación de un plan similar. Para Adolfo Pérez Esquivel la dimensión del hambre hoy en el mundo requiere forzosamente, soluciones políticas y acciones de los Estados. El premio Nobel insiste en la estrecha relación que existe entre la carrera de armamentos, la deuda externa de los países en desarrollo y la gravedad de los déficit alimenticios en las zonas más deprimidas del planeta. "Basta ya de discursos de buena voluntad", dice. "Hacen falta hechos concretos, no asistencia y caridad mal entendida, sino cooperación y relaciones más humanas y más justas entre Norte y Sur", asegura.

Los perjuicios de la ayuda

"Cuando se habla de hambre se piensa en ayuda", dice Pérez Esquivel, "pero la ayuda no sirve para nadasi no es para perjudicar la propia capacidad de producción agrícola de los afectados". "Se manda trigo a una región con problemas de hambre y el resultado es que ya no se produce más trigo en esta región", explica. Y añade: "Hay que hacer programas de desarrollo, establecer relaciones más justas, reiducir los gastos en armamento para dedicarlos a resolver los problemas del hambre y de la deuda".

El premio Nobel de la Paz presentó la campaña en París fianqueado por tres parlamentarios franceses, pertenecientes a los tres principales grupos parlamentarios, el socialista, el del RPR (Asamblea para la República) y el de la UDI (Unión para la Democracia Francesa). Diputados y senadores pertenecientes a todos los grupos han apoyado la iniciativa, a excepción del extremista Frente Nacional, que dirige Jean-Marie Le Pen.

En el consejo internacional de la campaña contra el hambre, además de 16 premios Nobel, están integrados varios jefes de Estado africanos y políticos en ejercicio de países europeos. Un total de cuatro españoles forman parte de este consejo: el ex presidente del Gobierno. y presidente del Centro Democrático y Social, Adolfo Suárez; el presidente de la comisión de Asuntos Exteriores del Senado y parlamentario europeo, Rafael Estrella; el subsecretario de Estado para Salud y Consumo, Carlos Hernández Gil, y el director del diario EL PAÍS, Juan Luis Cebrián.