Acercamiento entre China y Corea del Norte, favorecido por el deshielo Pekín-Moscú

Dos horas de reunión, precedidas de un largo abrazo, entre el líder chino Deng Xiaoping y el presidente de Corea del Norte, Kim Il Sung, marcaron el viernes la mejora de las relaciones entre China Popular y Corea del Norte, como un resultado más del deshielo entre chinos y soviéticos. Aunque no se dio a conocer el resultado de la entrevista, la agencia de prensa china Xinhua apuntó a que ambos dirigentes trataron de la situación en la península coreana y la actitud de Estados Unidos respecto a su aliado de Corea del Sur.

Kim Il Sung, el veterano dirigente norcoreano, en el poder desde hace 37 años, llegó el pasado jueves a Pekín en tren, desde la capital norcoreana, Pyongyang. En la estación central de la capital china fue objeto de una calurosa bienvenida por parte del secretario general y primer ministro chino, Zhao Ziyang, y otros dirigentes chinos.En el curso de una cena ofrecida el jueves por el primer ministro y el presidente chinos, Zhao Ziyang y Li Xiannian, respectivamente, el jefe del Estado norcoreano recordó el vínculo existente entre los pueblos de ambos países, tras calificarlos como "camaradas de armas, hermanos de una misma clase y aliados seguros".

El mismo tono de gran cordialidad prevaleció durante la reunión del viernes entre Kim Il Sung y Deng Xiaoping, definida por ambos como "un giro importante" en las relaciones bilaterales entre los dos países vecinos.

Conversaciones tripartitas

En relación con la situación en la península coreana, Kim Il Sung recordó en Pekín que Corea del Norte propuso en repetidas ocasiones la celebración de conversaciones tripartitas entre Corea del Norte, Corea del Sur y Estados Unidos, sobre temas políticos y militares, pero que sus iniciativas no habían recibido respuesta por parte de sus vecinos del Sur.[Según informó ayer la agencia oficial china, en las conversaciones mantenidas por el líder norcoreano con los dirigentes chinos hubo plena concordancia de puntos de vista en los temas abordados, sin añadir más precisiones, informa desde Pekín la agencia Ruter].

La tensión entre las dos Coreas, divididas desde 1953, experimentó cierto relajamiento a principios de 1985, con el inicio de conversaciones bilaterales entre Pyongyang y Seúl, sobre asuntos comerciales y humanitarios. Fueron interrumpidas en la primavera de 1986, en señal de protesta de Corea del Norte por la realización de maniobras militares conjuntas entre tropas surcoreanas y estadounidenses. Estas últimas cuentan con un potencial de unos 40.000 soldados permanentemente estacionados en Corea del Sur, principalmente en la línea divisoria del paralelo 38, que separa las dos Coreas.

A finales del pasado mes de noviembre, la tensión creció de nuevo, al difundirse los rumores, que se revelaron infundados sobre la muerte de Kim Il Sung, de 75 años de edad, y las supuestas maniobras desencadenas en Pyongyang para suceder a esa personalidad calificada como el gran líder de Corea del Norte, uno de los países más cerrados del mundo, entre cuyos eventuales delfines destaca su hijo, Kim Jong Li.

Aliado tradicional de la Unión Soviética -a pesar de que tropas chinas apoyaron a Corea del Norte en sus tres años de guerra e intento de invasión de Corea del Sur-, Kim Il Sung parece partidario de mejorar sus relaciones con Pekín, un tanto en la línea del nuevo acercamiento político y económico entre la URSS y China.

La estancia de Kim Il Sung en Chiria, de una semana de duración, tendrá igualmente impacto en la postura que adopte finalmente Corea del Norte, con relación a su participación o boicoteo de los Juegos Olímpicos, a celebrar el próximo verano en Seúl. Las autoridades chinas, que decidieron enviar una potente delegación deportiva a los últimos juegos asiáticos, celebrados en Seúl en septiembre del año pasado, parecen inclinados a ser mediadores entre Pyongyang y Seúl.