El juez declara a Otelo culpable de subversión

El héroe de la revolución de los claveles, el teniente coronel Otelo Saraiva de Carvalho, ha sido considerado por el juez culpable de haber participado en actividades subversivas, por lo que fue condenado a 15 años de cárcel. El tribunal civil que desde julio de 1985 le juzga, junto a otros 63 miembros del grupo terrorista de extrema izquierda Fuerzas Populares Veinticinco de Abril (FP-25), dio ayer por probada la mayor parte de los delitos que se le imputan. Cuarenta y siete miembros de ese grupo fueron condenados a penas inferiores a la de Otelo, y otros 16, absueltos.

El tribunal que juzgó al que fue estratega del levantamiento militar que el 25 de abril de 1974 acabó con la dictadura en Portugal, estuvo integrado por tres miembros y fue presidido por el juez Adelino Salvado. Fue rechazada la tesis de la defensa, que desde el inicio de las vistas del juicio, en octubre de 1985, afirmó que la organización clandestina creada por Otelo en 1980 "no tenía nada que ver" con las FP-25 y no podía ser acusada de las acciones violentas perpetradas por éstas.El tribunal consideró probado que la mayor parte de los acusados pertenecieron en diversos grados a una organización clandestina que defendía el uso de la violencia armada para "impedir un eventual golpe fascista", pero destinada también, en una fase posterior, a "instaurar el poder popular por vía de la insurrección armada" lo que, según el tribunal, configura claramente "un delito de subversión de las instituciones del Estado consagradas por la Constitución de la República Portuguesa".Según el tribunal, "en nombre del proyecto global" elaborado por Otelo, "algunos miembros" de la organización se dedicaron a realizar "actos voluntarios de violencia armada", como atentados con explosivos, atracos y atentados personales contra empresarios y agentes de las fuerzas de seguridad, de las que resultaron varios homicidios.

La defensa ha anunciado ya su intención de pedir la anulación del juicio, alegando "vicios en la fase de instrucción del proceso".

Recurso de nulidad

Un eventual recurso de nulidad que fuese aceptado por el Tribunal de Apelaciones podría suscitar una fuerte polémica jurídica relativa al tiempo que éstos han pasado en prisión preventiva: la mayoría de los acusados fueron detenidos el 19 de junio de 1984, durante la famosa operación Orión -que fue desencadenada por el Gobierno portugués para desarticular las FP-25 y la legislación portuguesa fija en tres años la duración máxima de detención preventiva. De aceptarse el recurso, los condenados tendrían que ser puestos en libertad el 19 de junio de este año.

Tras conocerse la sentencia definitiva, el teniente coronel Saraiva de Carvalho será expulsado de las fuerzas armadas de Portugal, aunque cumplirá su condena en un penal militar. ,

El caso Otelo tiene un epílogo que nadiépodía presagiar en el momento de la detención del carismático militar. Entonces nadie quiso creer que Otelo estuviera directamente implicado en acciones terroristas, y el entonces primer ministro socialista, Mario Soares, lamentó la detención del hombre que "había devuelto la libertad al pueblo portugués y era considerado como un símbolo de la revolución de abril".

La opinión pública se dividió en partidarios y adversarios de la tesis de la inocencia de Otelo. Partidos políticos, jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo se interesaron por la suerte del detenido, hubo manifestaciones y peticiones de libertad y se llegó a decir que "el proceso a Otelo era el proceso político a la revolución de los claveles".El 7 de octubre de 1985, cuando se inició la vista oral del juicio, decenas de periodistas extranjeros estaban presentes en el tribunal de Monsanto, especialmente construido para el mayor juicio de la historia de la justicia portuguesa.

La acusación parecía frágil y basada en el polémico concepto de autoría moral: las únicas acusaciones concretas y materiales contra Otelo y los dirigentes de la Fuerza de Unidad Popular, partido legal, fueron suministradas por cinco arrepentidos de la organización, uno de los cuales fue asesinado durante el desarrollo del juicio.

La situación de los arrepentidos es otra de las cuestiones que suscitan interés: la legislación portuguesa permite una reducción'de las penas para quienes "colaboraren voluntariamente con la acción de la justicia", y el ministerio público pidió que fueran absueltos. Pero los dos jueces auxiliares del presidente del tribunal se opusieron a esta magnanimidad para con los arrepentidos, autores confesos de una serie de crímenes.