La reactivación económica ha acelerado la exigencia social, según el ministro de Trabajo

El Pleno del Congreso de los Diputados debatió ayer tarde dos interpelaciones urgentes, una del Grupo Parlamentario del CDS -defendida por Miguel Martínez Cuadrado-, sobre la conflictividad social, y otra de la Agrupación de Diputados del PDP -que tuvo como ponente a Pilar Salarrullana-, sobre la situación actual de la sanidad pública. El mínistro de Trabajo, Manuel Chaves, aseguró en su respuesta que los enfrentamientos sociales eran similares a los registrados en 1979 y en 1984, y que "la reactivación económica ha acelerado las exigencias sociales".

Para el ministro la conflictividad social es "normal en cualquier Estado democrático y el Gobierno no ha adoptado ni adoptará una posición paternalista".Nicolás Sartorius, de IU, atribuyó la situación al "empecinamiento del Gobierno en limitar los aumentos salariales al 5%" para reconocer más tarde que es en las empresas públicas donde se ha centrado esta conflictividad y que los trabajadores han obtenido aumentos que van del 6,8% al 7,5%. Luis Mardones, por el Grupo Mixto, Juan Carlos Aparicio por la Agrupación Liberal y Francisco Pérez Millares, del PDP, expresaron su acuerdo fundamental con el fondo de la interpelación y lo mismo manifestó Rafael Hinojosa de Minoría Catalana.

Para Rodrigo Rato, de AP, "España está en una situación muy grave de su evolución social". Aseguró que "la concertación ha muerto en 1987" y que el país sabe que en el sector público los sindicatos consiguen lo que quieren a través de sus presiones. Francisco Arnau, del grupo socialista, calificó la interpelación de oportunismo electoralista y aseguró que la realidad no es tan grave como la presentaba la oposición sino que ésta dibujaba "el clima artificial que ustedes quieren crear".

Pilar Salarrullana, del PDP, presentó una interpelación sobre la situación de la sanidad pública en la que hizo una enumeración de deficiencias por las que atraviesa este sector y aseguró que son los médicos "los únicos que defienden la sanidad pública".

El ministro de Sanidad, Julián García Vargas, respondió con expresiones duras acusando al PDP de parecer alegrarse de la situación y de apoyarla y criticó con dureza a la Coordinadora Estatal y a algunas de las acciones que han llevado a cabo.